Las lágrimas bajaban por sus pálidas mejillas mientras caminaba hacia el féretro. “No solo fue mi maestra sino como una madre”, expresó Anahí Mejía, de 21 años, y colocó en el ataúd una rosa de color amarillo que llevaba en la mano derecha.

Ella estaba junto a un grupo de exestudiantes y extrabajadores de la unidad educativa La Moderna Sergio Pérez Valdez, así como de familiares de la docente quiteña María del Rosario Almeida de Andrade, conocida como Miss Charo. Era su despedida en el camposanto Parque de la Paz, en el km 13,5 de la avenida León Febres-Cordero.

Ella murió el pasado miércoles 10 de febrero, a los 85 años de edad.

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Alrededor de las 17:00 del pasado viernes 12, algunos esperaban su turno para colocarle rosas sobre el féretro mientras un mariachi entonaba la canción Amor eterno.

Omar Castellanos, quien fue profesor de Matemáticas de la unidad educativa La Moderna Sergio Pérez Valdez, en cambio, tenía su mirada fija en una ofrenda floral con el logo de la institución que se colocó junto al mausoleo donde sepultaron a Miss Charo. “Es la última vez que lo veré. El colegio es ella, una mujer sabia, inteligente y educadora”, señaló.

Cerca de Omar estaba parado Víctor Ruiz, quien fue inspector general del mismo plantel durante quince años, él recordaba una de sus virtudes: “Ella siempre predicaba con el ejemplo. Si tenía que cargar una banca, lo hacía; si tenía que coger una escoba y barrer, lo hacía. Ella lo invitaba a uno a sumarse con la acción”, dijo.

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Ese día la evocaba y la recordaba durante los últimos días que estuvo en la institución. “Cuando ya tenía su visión reducida, ella nos ubicaba por los tonos de voces, por los aromas, si alguien le hablaba sabía quién era, nunca se equivocaba”, recordó.

Él salió del plantel luego de que dejó de funcionar por problemas médicos de su propietaria, la Miss Charo. A través de un comunicado del 24 de noviembre de 2014, dirigido a los padres de familia, se anunció la decisión y a su vez se requería una solicitud para gestionar un cupo en el Centro Educativo La Moderna (CELM).

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Explica que Miss Charo empezó con La Moderna en el barrio Cuba, en el sur de Guayaquil en una escuela, en 1951, de ahí pasó a Urdesa y después a Samborondón, en el km 2,5, donde fue el Centro Educativo (escuela y colegio) La Moderna (CELM) con varios socios. Hace unos 20 años creó y fue la dueña única de La Moderna Sergio Pérez Valdez en Samborondón, que está también en el km 2,5, y “siguió siendo accionista de CELM”.

Ruiz recuerda a la Miss Charo con la pasión que tenía de hacer obra social y por su entrega por completo a la docencia, que era su vocación. “Ella siempre pedía que su legado permanezca siempre, ella quería que se inmortalice la Sergio Pérez Valdez”.

Teodoro Andrade, de 49 años, hijo único de Miss Charo y alcalde de Jipijapa, fue uno de los que cargó el féretro desde la sala de velación hasta el mausoleo. Indicó que él también fue alumno de Miss Charo en la escuela La Moderna Sergio Pérez Valdez y lamentó no haber heredado la misma vocación. “Yo me dediqué a otra cosa. Ella fue muy querida por todos sus alumnos”, expresó. Teodoro tiene dos hijas y le sobrevive su padre, Teodoro Andrade Carrión.

Isabel del Campo, exestudiante de La Moderna Sergio Pérez Valdez, destaca que si la tiene que describir con una palabra, “esa es disciplina”. “Ella nos corregía con cariño y todos aprendimos, no había de otra porque nadie quería una retada de la Miss Charo”, dice con nostalgia. (I)

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Si la tengo que describir con una palabra, esa es disciplina. Nos corregía con cariño y todos aprendimos”.Isabel del Campo, Exestudiante de La Moderna Sergio Pérez Valdez