Un cohete japonés envió este miércoles al espacio un satélite de observación con rayos X, que se espera aporte pistas sobre cuestiones como la formación de las galaxias o el crecimiento de los agujeros negros.

El cohete H2-A fue lanzado, tal y como estaba previsto, a las 17:45 locales (08:45 GMT) de la base de Tanegashima, según un video difundido en directo por la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA).

"El cohete está siguiendo la trayectoria prevista", declaró la comentarista de la agencia, confirmando luego que el satélite Astro-H se separó al cabo de 14 minutos de vuelo, entre los aplausos de los técnicos de la sala de control.

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Según la agencia espacial japonesa, Astro-H podría aportar pistas a cuestiones fundamentales de la astronomía como cuáles son las leyes de la física en condiciones extremas, qué ocurrió en el momento de la creación del universo, cómo se formaron y evolucionaron las galaxias y cómo crecen los agujeros negros.

El satélite, de 14 metros de largo, 9 de ancho y un peso de 2,7 toneladas, lleva encima 200 espejos para la recogida y el envío de rayos X hacia instrumentos de última generación, entre ellos cuatro telescopios. Igualmente cuenta con un espectrómetro.

Japón ya lanzó varios satélites de este tipo al espacio desde 1979, el último de ellos, el Suzaku, en 2005.

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El lanzador H-2A, desarrollado por la agencia JAXA y explotado por el conglomerado industrial Mitsubishi Heavy Industries (MHI), suma con éste 29 lanzamientos exitosos de un total de 30. El anterior tuvo lugar en noviembre, y sirvió para colocar en órbita un satélite comercial canadiense.

Con una tasa de éxito del 97%, este cohete puede en teoría rivalizar con otros como el europeo Ariane.

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Sin embargo, el coste sigue siendo más elevado, y acusa un retraso en las misiones comerciales, ya que estos cohetes japoneses han servido hasta ahora sobre todo para lanzar satélites institucionales o del gobierno nipón. (I)