En su primer día de actividades en México, el papa Francisco urgió ayer a los obispos aztecas a mantener la unidad, cueste lo que cueste, incluso si eso implica pelearse. “Si tienen que pelearse, peléense, si tienen que decirse cosas, se las dicen, pero como hombres, en la cara”, dijo el papa de origen argentino.

En encuentro con la jerarquía católica, Francisco hizo un llamado para afrontar con más coraje las amenazas del narcotráfico y ser más transparentes. “Pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal”, dijo Jorge Mario Bergoglio, quien busca en México dejar un mensaje de solidaridad con las víctimas de la violencia del narcotráfico y las comunidades afectadas por la pobreza.

El papa luego se trasladó a la Nunciatura en un sencillo Fiat cerrado y no en papamóvil. A lo largo del recorrido había fieles que esperaban para ver pasar la comitiva, pero no se apreciaron grandes aglomeraciones, ni siquiera en el Zócalo de la capital, donde las medidas de seguridad eran muy fuertes.

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En la tarde el papa iba a oficiar su primera misa en tierras mexicanas, en la Basílica de Guadalupe, la virgen a la que está dedicando sus reflexiones y ante la que rezará en privado.

Temprano, Francisco elogió la labor de la Iglesia mexicana en apoyo de migrantes y pidió a obispos que “refuercen la comunión con sus hermanos del episcopado estadounidense”. “No será vana la premura de sus diócesis en el echar el poco bálsamo que tienen en los pies heridos de quien atraviesa sus territorios y de gastar por ellos el dinero colectado”, afirmó.

Sacerdotes mexicanos son responsables de la principal red de albergues de migrantes en todo México. Los religiosos y laicos que trabajan en ellos no han dudado en denunciar los numerosos crímenes y violaciones a los derechos de los migrantes tanto a manos del crimen organizado como de autoridades cómplices de los delincuentes, lo que en muchos casos les ha costado amenazas y persecución.

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El pontífice señaló que muchos migrantes “dejan atrás las propias raíces para aventurarse, aun en la clandestinidad que implica todo tipo de riesgos, en búsqueda de la ‘luz verde’ que juzgan como su esperanza. Tantas familias se dividen; y no siempre la integración en la presunta ‘tierra prometida’ es tan fácil como se piensa”.

Francisco fue el primer papa en estar en el Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto. Allí planteó desafíos a las autoridades políticas y eclesiásticas para que contribuyan a la seguridad y la justicia de la sociedad.

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“Cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte..", dijo. (I)

Visita papal
Actividades

Visita a Ecatepec
Francisco visita hoy Ecatepec, ciudad de la periferia de la capital que registra un repunte de violencia, especialmente hacia las mujeres. Mañana estará en Chiapas, el estado más pobre e indígena del país, donde oficiará una misa con fragmentos en tres lenguas indígenas: tzotzil, tzeltal y chol.

Histórica cita en Cuba
Antes de su arribo a México, Francisco llegó a Cuba para reunirse con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa, patriarca Kirill, en un acercamiento para reunificar el cristianismo. Hicieron un pronunciamiento conjunto.

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