Un ambiente de desconsuelo se sentía la mañana de ayer en el bloque 3 de la cooperativa Cordillera del Cóndor, en Flor de Bastión, donde la noche anterior se registró un incendio que redujo a cenizas la vivienda de caña en la que habitaban dos mujeres con seis menores. Cuatro de los integrantes sufrieron quemaduras.

Electrodomésticos destruidos, planchas de zinc retorcidas, ropa, caña y palos quemados aún permanecían en el solar donde estaban levantados los cuartos que compartían Ángela Vargas con sus tres hijos y su concuñada Magali Quimí con sus tres hijos.

Los moradores del sector no entendían aún qué fue lo que provocó el incendio que los alarmó a las 00:45, cuando escucharon una explosión y luego se percataron del fuego.

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“Nos despertamos al sentir como que algo reventó y cuando nos dimos cuenta ya estaba la candela encima”, señaló Vargas, quien logró salir con sus tres niños pequeños y retirar el cilindro de gas.

Ella recordó que su cuñada le gritaba: “Ñaña, ayúdame a sacar a los bebes”, por lo que al ver que el techo estaba en llamas y que la pared podía caer, empujó la caña fuertemente y pudo rescatar a los pequeños y a Quimí con la ayuda de los vecinos.

Quimí sufrió quemaduras en las piernas y sus tres hijos, uno de cinco años y los gemelos de siete años, resultaron con heridas en el rostro, brazos y espalda, por lo que fueron trasladados al hospital Universitario.

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Su cuñada manifestó que los bomberos llegaron al lugar cerca de las 02:00, pero las llamas ya habían consumido la casa.

Los moradores señalaron que la dificultad para acceder hasta el sitio, por el camino de tierra y con grietas, habría dificultado el acceso de las unidades del Cuerpo de Bomberos.

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Rosa Chiriguayo, suegra de las afectadas, pidió que las ayuden. Una brigada médica acudió al sector para atender a los damnificados. (I)