Damasco-Montreal

El presidente sirio, Bashar al Asad, se declaró decidido a proseguir la guerra contra los grupos insurgentes durante el tiempo que haga falta hasta retomar el control del país.

No obstante, advirtió que los combates contra los rebeldes que intentan derrocarlo podrían ser “aún muy largos”.

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En su oficina en Damasco, Al Asad, que preside Siria desde el 2000, dijo estar dispuesto a negociar con la oposición, pero también a continuar su lucha contra la rebelión armada.

Luego, en Múnich, Estados Unidos, Rusia y quince países más llegaron ayer a un acuerdo sobre un cese de hostilidades en Siria. De concretarse (en una semana), podría ser la primera etapa para el fin del conflicto que desde marzo de 2011 ha matado a más de 260.000 y ha generado una ola migratoria.

Los 17 países también acordaron intensificar la ayuda humanitaria hacia Siria.

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Horas después, Turquía acusó a Rusia de haber matado a 16 civiles en bombardeos en Siria, pese al acuerdo. 

2011 comenzó el conflicto armado en Siria, que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de exiliados. (I)