Tierras aztecas ya son pisadas por el papa Francisco. Y su llegada fue prácticamente una fiesta. Antes de las 19:30 local (20:30 de Ecuador), aterrizó el avión Alitalia al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, llevando adentro al sumo pontífice, de origen argentino.

Apenas el papa bajaba las escaleras del avión, la histeria se desató en el aeropuerto. El primero en recibirlo fue el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado de su esposa, Angélica Rivera; luego las autoridades eclesiásticas del país. Y la música empezó a escucharse.

Luz, con las voces de Emmanuel, Diego Verdaguer, Cristian Castro, Pedro Fernández, Belinda, Diego Boneta, Lucero y Pandora, fue coreada por esos artistas mexicanos y los miles de feligreses acomodados en el sitio. Pero luego sonó el mariachi Son de la negra, que -visiblemente- fue disfrutado por el sumo pontífice.

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Francisco luego saludó a los artistas e incluso se probó el típico sombrero de charro (foto) de uno de los artistas del mariachi, y pese a que su dueño prácticamente se lo obsequió al sumo pontífice, este se lo regresó con su amplia sonrisa, con gratitud, pero devolviéndoselo al final.

"Francisco, hermano, ya eres mexicano", le gritaban los feligreses, quienes recibieron las bendiciones del papa.

El propósito de Francisco en México

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El papa Francisco arribó a México en su primera visita como pontífice y busca dejar un mensaje de solidaridad con las víctimas de la violencia del narcotráfico y las comunidades afectadas por la pobreza.

Llegó al aeropuerto de Ciudad de México procedente de La Habana, donde tuvo un encuentro histórico con el patriarca ortodoxo ruso Kirill.

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A unos kilómetros del aeropuerto, miles de personas se acercaban a las calles por donde se tiene previsto que pase el pontífice.

"¡Se ve, se siente, el papa está presente!", gritaba la gente acomodada sobre la avenida Bicentenario.

"Va a venir a hablarnos fuerte, en Mexico hay muchos problemas económicos y de inseguridad; hay mucho egoísmo y él viene con un mensaje también de paz y esperanza que necesitamos", dijo Tania Vásquez, ama de casa de 39 años oriunda de la capital y quien llegó con su hijo Carlos, de 6 años, y otros familiares.

El papa estará seis días en el país, tiempo durante el cual recorrerá algunas de las localidades con más pobreza, marcadas por diversos hechos de violencia y migración. (I)

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