Manabí-Santa Elena-El Oro

Los oleajes y los aguajes que continúan en el perfil costero afectaron en las últimas horas a zonas turísticas de las provincias de Manabí, Santa Elena y El Oro, donde los perjudicados están preocupados por nuevos daños y por las pérdidas económicas que han tenido.

En los malecones de los balnearios San Jacinto, San Alejo y San Clemente, en la parroquia Charapotó, cantón Sucre (Manabí), el paso vehicular fue limitado ayer por la presencia de piedras que amanecieron en la vía principal de acceso a las playas, tras el aguaje registrado la tarde del miércoles pasado.

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Elodia Chávez, habitante de la comunidad San Alejo, dijo que estaba con miedo por lo sucedido y por lo que podría suscitarse en las próximas horas.

“Uno ve las olas y no se ve el peso, y después que pasan las olas uno ve cómo las piedras quedan acá arriba”, contó Chávez. Las piedras comenzaron a ser retiradas a partir de las 08:00 de ayer por maquinaria del Municipio de Sucre.

En la comunidad de San Pablo, en la Ruta del Spondylus, en Santa Elena, el oleaje y aguaje de la tarde del miércoles y madrugada de ayer causaron daños en más de una docena de cabañas, dedicadas al expendio de comidas. Entre las afectadas estaban: Ebenezer, Patricia 1, Normita, Yoli, El Farolito, Los Manabas, Bambino, Narvine, El Español, Tres Platos, La Tía y otras seis que no poseen nombre y que están asentadas al borde de la playa.

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Así indicó Luis Tenempaguay, presidente de la Asociación de cabañeros de San Pablo. Los afectados aseguraron que hace más de 14 años no habían presenciado un fenómeno natural de esta magnitud.

En la playa de Jambelí, en el cantón Santa Rosa, El Oro, los oleajes que se registraron desde el pasado martes hasta ayer ocasionaron daños en los extremos norte y sur de la playa.

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Según los comuneros, en esta ocasión, el agua se llevó parte de los muros de arena que realizaron con maquinaria.

“Seguimos en riesgo”, dijo Geomer García, dueño del Museo Marino. Parte de su local colapsó y el mar amenaza con llevarse otras construcciones aledañas. El oleaje del miércoles debilitó las bases de unas tres viviendas ubicadas al sur de la playa, donde las familias se resisten a abandonarlas. “No vamos a salir de aquí porque no contamos con otra vivienda”, expresó Anita Chávez. (I)

17
cabañas,

afectadas por la fuerza del mar en San Pablo. Y en Jambelí, a 3 casas se le debilitaron las bases.