Los cuatro brigadistas del Ministerio de Salud Pública (MSP) que ayer recorrieron viviendas del barrio Cuba palparon la renuencia de la población respecto a permitirles el ingreso a los domicilios para proceder con la fumigación antivectorial.

“No, yo no tengo patio”, fue el alegato de un propietario, en tanto que una vecina se excusó aduciendo que era asmática.

“¿No quiere? Mire que aquí hay dengue...”, le replicó un brigadista, sin lograr persuadirla.

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En las casas que sí fueron fumigadas, los ocupantes debieron salir por un lapso aproximado de 20 minutos, para no ser afectados por el penetrante olor del químico, que diezma al mosquito Aedes aegypti.

Promotores del MSP recomendaron a los pobladores que no permitan la acumulación de agua en recipientes, en los que se reproduce el vector, que también transmite dengue y chikungunya.

Una servidora admitió que la renuencia de los habitantes a la fumigación es algo con lo que lidian con frecuencia. Sucre Dávila, responsable del Control Vectorial del Distrito 1 (sur de la ciudad), dijo que el mosquito puede desarrollarse en una casa no fumigada y que eso afectaría al vecindario, por lo que exhortó a colaborar en la campaña.

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El MSP citaba ayer en su portal que hasta la tercera semana de enero se reportaron 33 casos sospechosos de zika y que de ellos 17 fueron positivos. (I)