Ayer se cerró el paso para los carros en una de las zonas afectadas por oleajes y aguajes del feriado de carnaval en la parroquia Crucita. Hasta el martes último, los vehículos podían circular en el tramo que estaba a la altura del malecón de la comunidad Los Arenales.

En esa zona, las autoridades de Crucita evacuaron por precaución a dos familias.

Esto, mientras una maquinaria del Municipio de Portoviejo reubicaba piedras escolleras en un área derribada por el aguaje. Dolores Moreira observaba la acción desde el balcón de su casa de dos pisos, levantada desde hace algunas décadas, que estaba ya a un metro del abismo.

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No era la única preocupada. Los pescadores ayer sacaban cuentas de las pérdidas económicas que les dejaron los oleajes. Dídimo Delgado, vicepresidente de la comunidad Los Arenales, dijo que ocho cabañas de faenado de pescado se dañaron y otras 10 estarían en riesgo.

Cada cabaña, según Delgado, tiene un costo promedio de entre $ 3.000 y $ 3.500. Para los pescadores, las pérdidas por los oleajes superan los $ 25 mil.

En Crucita, unas 5 mil personas (25% de la población) se dedican al faenado de pescados (extracción de las vísceras).

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Lorena Chóez, presidenta de la Junta Parroquial de Crucita, aseguró que dos familias (una de la comunidad Los Ranchos y otra de Marbella) fueron evacuadas por precaución debido a los aguajes. Ambas fueron recibidas en otros hogares.

Para Chóez, son 10 las familias que se encuentran en zona crítica por los últimos aguajes, aunque, dijo, el número de familias vulnerables es mayor, ya que también se han registrado daños en las comunidades de Los Ranchos y Las Gilces, de la parroquia Crucita.

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Los oleajes también generaron afectaciones en la parroquia Salango del cantón Puerto López. Ahí, la fuerza del mar dañó lo que quedaba del malecón, según Freddy Pincay, teniente político.

En cambio, en la parroquia Puerto Cayo, los aguajes generan preocupación en los dueños del hotel que lleva el nombre de esta parroquia del cantón Jipijapa, ya que cada vez que se presentan, el área de playa cede ante la fuerza del mar, y la estructura del perfil del malecón topa con el agua salada, dijo Eligio Espinal, teniente político de esta parroquia. (I)