Su fuerte es la caligrafía, tan precisa, perfecta y detallada que le sirve como fuente de ingreso económico. Es también un arte y un oficio al que se dedica a tiempo completo desde hace 20 años.

Está sentado junto a un escritorio en el que tiene una computadora portátil, una lámpara de mesa y una radio en la que suele escuchar música instrumental. Al lado hay decenas de plumas y un archivador en el que conserva una gran cantidad de sobres. Es su lugar de trabajo desde hace unos ocho años.

Concentrado, mueve la mano derecha con delicadeza y precisión para escribir nombres en invitaciones para eventos sociales.

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“Esto es mi vida, escribo de lunes a domingo, no tengo mayor distracción. La caligrafía me hace apreciar otros idiomas, hay que saber y entender la procedencia de los apellidos”, comenta.

Es egresado de la carrera de Diseño de Interiores de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte.

Explica que sus conocimientos sobre caligrafía son innatos y que la cercanía con el arte siempre la ha tenido, de hecho estudió en el Colegio de Bellas Artes.

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Fue el artista plástico ya fallecido Theo Constante, quien fue por años su profesor en el Vicente Rocafuerte, el que influyó en su interés por la caligrafía.

“Yo me quedaba admirado de ver cómo escribía en la pizarra con un estilo caligráfico que nadie más lo hacía”, recuerda emocionado. Confiesa que su abuelo Manuel Brito hacía también de forma excelente la escritura palmer.

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Recuerda que en su niñez no practicaba la caligrafía, sino que le gustaba hacer manualidades. “Hacía cosas con plastilina, mi familia quedaba asombrada de ver todo lo que yo podía representar”, evoca.

A sus 27 años empezó a laborar en una empresa de publicidad en la que tenía que hacer trabajos de forma artesanal y en ocasiones tenía tareas relacionadas con escritura.

“Una portada de revista se tenía que pintar, ilustrar y hacer texto falso en algunos casos, o escribir algo”, manifiesta

En esa empresa conoció a Claudia Quintana Noboa, quien lo recomendó para que escribiera las invitaciones a una boda. Recuerda con entusiasmo que cuando hizo su primer trabajo no se complicó a la hora de buscar la herramienta de trabajo, sostiene que Dios le ha dado habilidad para todo.

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“Yo siempre dije: quiero escribir bonito como veo al profesor Theo Constante, y no lo conseguía con cualquier pluma, entonces vi que había que modificar la punta de la pluma fuente, lo que pasa es que viene con la punta redondeada, hay que limar y luego quitarle las asperezas”.

Conoce y sabe hacer diferentes estilos de escritura, pero también ha creado los propios.

Jorge no percibe un sueldo fijo todos los meses. Explica que un mes puede ganar 300 dólares y en otros 500.

Ha escrito hasta 980 invitaciones para una misma boda. Por cada sobre de invitación cobra $ 0,80. Puede escribir hasta 100 en un día.

Aunque no padece de ninguna lesión propia del oficio, dice que maniobrar la pluma le genera dolencia en la espalda.

Con su trabajo mantiene a su madre, Manuela Brito, que es viuda, y paga los gastos de alimentación y servicios básicos de su casa, en la que además viven sus sobrinos y hermanas.

Según él, en el país no se valora su arte, pero agradece el reconocimiento de sus clientes cada vez que expresan su satisfacción con el trabajo y lo recomiendan.

Ana María Santos es una organizadora de eventos a quien él ha brindado sus servicios. Ella asegura que se siente satisfecha con su trabajo. “Es un caballero, educado, tranquilo, amable y puntual. Estoy muy agradecida de su trabajo, lo hace excelente”, señala.

La mayoría de sus clientes están en el norte de la ciudad y en Samborondón. Afirma que él no tiene que hacer publicidad porque sus clientes siempre lo recomiendan.

Aunque lo que más hace es escribir los nombres de invitados para bodas, ha escrito en certificados papales, murales, también para invitaciones a graduaciones, y desde hace ocho años para la Fiesta Blanca del Consulado de Gran Bretaña en Guayaquil.

Otro de los trabajos que resalta es haber escrito en un sombrero que se le envió de regalo al papa Francisco.

Entre los sueños de este artista de las letras está elaborar una composición que contenga caligrafía para que pueda exhibirse públicamente. (I)

Correo electrónico: caligrafojvb@gmail.com

Página Facebook de Jorge Valencia.

Dicen de él Es una persona maravillosa y como profesional inmejorable, es superdetallista y puntual. Siempre es excelente en el trabajo que realiza”.Rocío Castro, Amiga