La luz de la presencia crística en mí guía mi camino

Eliminación
Así como el sol naciente disipa la niebla, del mismo modo la luz pura y blanca de la presencia crística disipa la negatividad. En su libro Guarda una Cuaresma verdadera, Charles Fillmore escribe acerca de dejar ir los pensamientos erróneos como si estuviéramos “suavemente eliminando las telarañas”.

Renuncio a aquello que no es para mi mayor bien y, en su lugar, lleno mi mente de la luz y la calidez de la presencia crística la expresión más elevada de Dios en la humanidad.

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El resplandor divino en mí elimina todo lo que no contribuye a mi crecimiento espiritual. Descartar esos obstáculos abre el camino para que la guía fluya hacia mí. La luz de la presencia crística en mí aclara mi camino, ilumina mi mundo y guía mis pasos.

Filipenses 3:14
¡Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús! (F)