Para Corea del Norte, el lanzamiento de un cohete de largo alcance este domingo fue "un vapor fascinante... que se arrastró por los cielos claros y azules de la primavera de febrero en el umbral del Día de la Estrella Resplandeciente". Con esas palabras lo anunció la prensa oficial.

La respuesta del mundo fue tenaz: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas declaró que el hecho era "profundamente deplorable" y que impondrá nuevas sanciones al país asiático.

Estados Unidos advirtió que tomaría "medidas significativas" para exigir cuentas a Corea del Norte y la OTAN dijo que era una "violación directa" de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

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Pyongyang había anunciado sus intenciones con anterioridad. Dijo que lanzaría el cohete de largo alcance para poner en órbita un satélite "de observación terrestre".

El país gobernado por Kim Jong-un asegura que tanto este artefacto, como su primer satélite que puso en órbita en 2012, tienen propósitos científicos.

 

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Pero muchos gobiernos dicen que este es un paso más de Corea del Norte hacia el desarrollo de tecnología para fabricar un misil capaz de alcanzar el territorio continental de EE.UU., -el llamado misil balístico intercontinental (ICBM)- y que esta es una prueba encubierta.

Este último lanzamiento ocurre después de una cuarta prueba nuclear y ambas acciones violan las resoluciones de la ONU.

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Mientras los gobiernos deciden cómo responder a esta última provocación, algunos expertos se preguntan si realmente el mundo debe preocuparse por las acciones de Pyongyang y si este país está cerca de contar con un ICBM.

De cohete a misil

Como aseguran los expertos, contar con un cohete como el que usó Corea del Norte el domingo, los llamados vehículos de lanzamiento espacial o SLV, no necesariamente significa que el país está listo para desarrollar misiles tipo ICBM.

"Este tipo de cohete está diseñado como un vehículo de lanzamiento espacial", le dijo al diario Washington Post Melissa Hanham, experta nuclear del Centro James Martin para Estudios de No Proliferación, ubicado en California, EE.UU.

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"Antes de que podamos considerar un misil balístico intercontinental hay numerosas modificaciones que deben hacerse", agregó.

La experta explica que un cohete viaja hacia la atmósfera para lanzar el satélite en órbita, pero un misil balístico intercontinental necesita reingresar a la Tierra desde la atmósfera para poder alcanzar su objetivo y lanzar sus ojivas nucleares.

Es decir, un ICBM, a diferencia de un cohete, debe ser capaz de cumplir una trayectoria que implica un importante ascenso y un descenso.

"Un ICBM real es un sistema de armamento que tiene que alcanzar un determinado objetivo en el otro lado del mundo y que puede ser lanzado casi instantáneamente bajo cualquier condición apretando un botón", le dijo a la agencia AP Markus Shiller, experto en tecnología de misiles y fundador de la consultora ST Analytics, de Munich.

"El lanzamiento de un pequeño transportador (cohete) de satélites cada dos años, que usa una tecnología diferente que la que se requiere para un ICBM real, no te acerca mucho a este objetivo (de tener un ICBM)".

"Un paso pequeño"

El experto agrega que en 2012 Pyongyang ya obtuvo cierta experiencia cuando lanzó un cohete como el que utilizó este domingo, cuando también dijo que había puesto un órbita un satélite.

"Pero esto es sólo un paso pequeño de muchos pasos grandes que se requieren para tener un ICBM real, y este definitivamente está diseñado como lanzador de satélites", afirma Schiller.

Por su parte Theodore Poston profesor emérito de política de seguridad nacional en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), y exasesor de la Marina de EE.UU., cree que esta última acción de Pyongyang no es más que "una amenaza inflada" y no cree que el país esté cerca de contar con un arma nuclear avanzada.

Aunque se sabe que Corea del Norte tiene suficiente plutonio para producir varias bombas nucleares, Poston cree que este país no ha logrado perfeccionar los procesos técnicos que se necesitan para miniaturizar un dispositivo nuclear.

"No sabemos hasta dónde han avanzado en este proceso", escribe Poston en el periódico Boston Globe. "Pero lo que sabemos es que después de todas las pruebas que han hecho ya tenían que haber logrado más avances".

"La falta de progreso en estos últimos 10 años sugiere que Corea del Norte está lejos aún de poder armar y miniaturizar estos dispositivos", afirma el experto.

Pero esto no quiere decir que se deben descartar las acciones de Pyongyang como meras provocaciones.

Cada uno de estos lanzamientos, aseguran los expertos, incrementa el conocimiento tecnológico y la experiencia sobre cohetes y misiles del país.

"Corea del Norte nunca ha demostrado la capacidad para construir un vehículo de reingreso que pueda sobrevivir al menos a la mitad de la velocidad que se requiere para un ICBM", le dijo a la agencia AFP John Schilling, ingeniero aeroespacial y experto en sistemas de lanzamiento espacial de The Aerospace Corporation.

"Cuando lleguen a hacerlo, y si es que llegan, lo que hoy en día es una amenaza teórica se convertirá en algo muy real y muy alarmante", agrega.

Lo que es claro ahora es que al llevar a cabo estas acciones, el líder norcoreano Kim Jong-un continúa dispuesto a desafiar a la comunidad internacional.

En mayo tendrá lugar el Séptimo Congreso del Partido de los Trabajadores, la primera convención nacional de alto nivel que se celebra en el país en 35 años.

Es probable que con este lanzamiento Kim Jong-un ya haya comenzado los preparativos para presentarse como el todopoderoso líder de Corea del Norte. (I)