Este sábado se realizó la bendición de las flores, las frutas y el pan en el atrio de la Catedral de Ambato, ante la presencia de autoridades provinciales y locales, miembros del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), reinas, oficiales de la Policía, Ejército y público en general.

El buen samaritano, el hijo pródigo, la moneda perdida y la oveja perdida, fueron los pasajes bíblicos de la misericordia de Dios que se leyeron cuando se abrieron las puertas de la alegoría de 140 m2 que se ubicó en el atrio.

Una vez abiertas las puertas quedó expuesto el corazón de Jesús sostenido por dos manos, mientras que en la parte superior de la alegoría -elaborada con productos naturales- se colocó la leyenda "misericordiosos como el Padre", que fue el tema de la eucaristía que estuvo presidida por monseñor Guido Giácono Ottonelo, nuncio apostólico, representante del Papa Francisco en el Ecuador.

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Giácono dijo que la fiesta de las frutas, las flores y el pan no es una celebración cualquiera, sino que es el festejo del día del agradecimiento al Señor, recordando que la Tierra es un don para toda la familia humana, en donde resaltó a los agricultores como los principales personajes para que haya producción, a quienes se les debe dar gracias.

También indicó que la Iglesia ha comprendido y valorado siempre el trabajo del hombre del campo, y que por esa razón los ama, estima y sigue. El religioso agregó que incluso ante las crisis ideológicas, morales, sociales y políticas que rigen a la humanidad, la Iglesia mira a los cultivadores de la tierra con particular confianza. (I)