Aún no se determinan las causas de la explosión ocurrida el pasado miércoles en la envasadora de gas licuado Austrogas y que dejó diez trabajadores heridos con quemaduras, algunos de ellos de gravedad.

Oswaldo Ramírez, comandante del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, confirmó que tras el incidente una cuadrilla de la entidad realizó una inspección y otra se hizo la mañana de ayer, pero que ningún informe se hará público.

“A quien le corresponde establecer las condiciones y causas del acontecimiento es a la Policía Judicial, si esta comandancia haría algo similar estaría prevaricando y no somos los voceros oficiales”, insistió.

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Entre tanto, de los trabajadores heridos, uno fue dado de alta en el mismo lugar de los hechos, el miércoles, luego de recibir atención de los paramédicos por presentar quemaduras superficiales.

Otro, con quemaduras graves, fue llevado al Hospital del Río, y los ocho restantes, al José Carrasco Arteaga, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

José Borrero, gerente de esta última casa asistencial, confirmó que de los ocho pacientes, dos fueron dados de alta y otros dos están siendo valorados por quemaduras de primer y segundo grado en el 10% del cuerpo. Se prevé enviarlos a casa en las próximas horas.

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En tanto que cuatro víctimas fueron derivadas a otras clínicas con quemaduras en la mayor parte del cuerpo. Presentaban complicaciones en el sistema respiratorio, por lo que se presume que recibieron el fogonazo directo del estallido.

Ellos se mantienen con pronóstico reservado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Se informó, además, que los familiares de las víctimas están recibiendo apoyo psicológico.

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La envasadora está ubicada en la parroquia Llacao, cerca de la vía Panamericana. (I)

4
víctimas
sufrieron quemaduras de primer y segundo grado en la mayor parte del cuerpo, y están asiladas en clínicas.