La aurora de invierno ya cubría el cielo guayaquileño y el trajín del jueves 4 de febrero empezaba a sentirse en una especie de riada desde los alrededores hacia el centro. De pronto, el amanecer se volvió sombrío a eso de las 06:15 porque una lluvia intensa se desató por los cuatro costados.

Era lo que los abuelos decían lluvia general. Una lluvia que alteró la salida de quienes iban a coger bus y también la de aquellos que usan su auto. Menos mal ya se acabaron las clases y los estudiantes y quienes los alistan y los llevan estaban plácidamente arrullados.

Los efectos del aguacero propio del invierno empezaban a hacerse sentir por las redes sociales. “Inundación” fue la palabra más usada para describir así sea un leve anegamiento.

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Sí se inundaron sectores del Guasmo sur, especialmente la cooperativa Unión de Bananeros, donde el agua alcanzó los 40 centímetros en algunas calles. Lo mismo sucedía en la av. de la Marina, en el extremo sur de la 25 de Julio.

Una situación similar también se la vivía en algunos sectores de Sauces, en el norte de la ciudad. Y los empozamientos en ciertos tramos conocidos causaban inconvenientes en el tránsito, como por ejemplo dos tramos de la Perimetral ubicados frente al Mercado de Transferencia de Víveres y al costado sur del paso elevado ubicado en la conocida Entrada de la 8.

Más allá, en algunas cooperativas ubicadas en el noroeste, al otro lado de la Perimetral, los habitantes salían con botas o zapatillas para no embarrar de lodo sus zapatos de trabajo.

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Pasadas las siete de la mañana y casi hasta las nueve, el tránsito fue lento, desesperante en la mayoría de sectores. Las avenidas Quito, Machala, Plaza Dañín, Orellana, de las Américas, vía a Daule, Juan Tanca Marengo, Pedro Menéndez y otras estaban anegadas y congestionadas. No faltaban aquellos que aprovechándose que tienen carros altos aceleraban en los charcos y levantaban olas que impactaban en los parabrisas de autos pequeños.

Lluvia de invierno fuerte pero menos intensa que las tres que en enero provocaron inundaciones en zonas del norte especialmente. Y no coincidió con aguaje. Dificultaba la circulación porque también el cielo estaba oscuro. Y esa bruma ocasionó el cierre temporal por 40 minutos, desde las 08:25, del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, según reportes de la Autoridad Aeroportuaria.

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Y la jornada comenzaba con la gente llegando atrasada, mojada, con los zapatos en riesgo por el agua, con paraguas.

Llovió también en los alrededores. En Durán, la avenida de ingreso a la ciudadela El Recreo estaba cubierta por casi 40 centímetros de agua. Allí, un comerciante se quejaba de quienes arrojaban basura. Con un palo él removía los desechos que tapaban las alcantarillas.

Casi hasta las once de la mañana cayó el agua, pero moderada. Y las proyecciones de los organismos meteorológicos indican que en febrero y marzo habrá lluvias por encima de los valores normales. (I)

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horas

Ese tiempo duró la lluvia intensa de ayer, pero se prolongó por más tiempo en forma moderada y leve en algunos sectores.

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