Animales domésticos como perros y gatos siempre han estado en las casas, muchas veces como compañía, como guardianía o para eliminar insectos o roedores, sin embargo, en los últimos años, como resultado de las campañas de concienciación sobre su cuidado y protección, que se transmiten sobre todo por las redes sociales o por fundaciones creadas que apoyan esta causa, el interés, cariño y amor por ellos va en aumento. Tanto, que incluso personas que nunca tuvieron mascota, se animan a tenerla.

“Ahora el animal es parte de la familia, entonces más que cumplir un papel como ser guardián en el caso de los perros, o evitar la presencia de roedores en la casa en el caso de los gatos, los animales son compañía para los miembros del hogar”, dice Mónica Llanos, psicóloga clínica, docente de la universidad Ecotec.

La importancia que se le da al animal incluso se evidencia en la Ley de Protección Animal, aprobada el 19 de noviembre de 2015 por el Congreso. Esta ley indica en el artículo 207A que los actos de crueldad contra un animal doméstico son reprimidos con pena privativa de libertad no menor a tres años, con 100 a 180 días de multa. Si el animal muere, la pena es de entre tres a cinco años de prisión con 150 a 300 días multa.

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No existe una cifra estadística que registre la población animal en Samborondón, pero es evidente que en cada urbanización que se habita, con sus nuevos residentes aumenta la población de mascotas en el sector, lo que ha generado a su vez un aumento en la demanda de veterinarias.

Es así como hace unos 15 años solo había dos veterinarias, la Guayaquil, en La Piazza, km 1,5; y Entre Caninos, en Entre Ríos. Actualmente hay 4 veterinarias en la zona, 3 desde el km 1,5 hasta el km 3,5, que son: Veterinaria Guayaquil, Vetcare, Entre Caninos y Animal Care; y una en el km 11,5 de la vía a Samborondón llamada Centro Integral Veterinario (CIV). Con 140 urbanizaciones y unas 17 mil familias, “era muy necesario ofrecer más alternativas de veterinarias porque la población creció y a su vez el número de mascotas”, dice Boris Ortiz, dueño de Entre Caninos.

Estas veterinarias reciben por día entre 10 y 15 pacientes, y en fines de semana la cifra aumenta de 20 o 25, según el registro de cada veterinaria. Los pacientes son, en su mayoría, perros de raza pequeña como maltés, pomerano, yorkshire terrier y schnauzer enano.

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Tendencia animalista
Para Ronald Ron, director general de CIV, veterinaria que aperturó a mediados del 2015, las redes sociales son el principal instrumento responsable del cambio en el cuidado de las mascotas, “a través de estas podemos conocer movimientos y grupos que trabajan por esta causa, así como iniciativas como la ley LOBA (Ley Orgánica de Bienestar Animal) y casos que motivan a ser parte del cambio”, dice.

Para Elsa Martínez, doctora veterinaria de Vetcare, que está desde hace 12 años en el sector, otro de los motivos que ha incrementado el interés por las mascotas es la cantidad de parejas sin hijos o personas que viven solas, “quienes buscan un animalito para tener compañía”.

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Para Ortiz, el papel del veterinario también tiene un rol importante, “ahora hay más guía de nuestra parte hacia la sociedad, no nos limitamos a dar una atención médica solamente, sino consejos para el cuidado de la mascota que ayudan a crear un vínculo más sólido entre el animal y su familia”.

Para la psicóloga Llanos, estos cambios seguirán aumentando, “porque las nuevas generaciones ya crecen con un animal de compañía en su entorno, entonces esto cambia su perspectiva sobre el respeto y cuidado hacia los animales”.

Pero darles afecto no es lo único importante, ser responsables con su salud lo es aún más, es por eso que para Jennifer Proaño, de la Veterinaria Guayaquil, es recomendable hacer un control completo, mínimo dos veces al año.

Martínez explica que en cachorros o gatos bebés el costo del chequeo y vacunas está entre $ 50 y $ 60 por consulta después de la primera cita, y ya cuando el animal no es tan pequeño, los gastos pueden disminuir a $ 25 por consulta, siempre y cuando la mascota no presente alguna enfermedad.

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Según Ron, el monto promedio que una persona invierte en su mascota, considerando la atención médica periódica, limpieza y alimentación está entre $ 45 y $ 200 al mes, ya que depende del tipo de raza, la alimentación y predisposición que tenga frente a ciertas enfermedades.

Además está el costo del balanceado. Los veterinarios recomiendan las alternativas super premium, que tienen más vitaminas y nutrientes, aunque las más comunes son las opciones comerciales, disponibles con mayor frecuencia en los supermercados, estas, según los especialistas, no son elaboradas con una materia prima tan buena. La mala alimentación puede producir cálculos, insuficiencia renal o insuficiencia hepática en gatos y perros.

Esto sin contar con los gastos de peluquería, que oscilan entre $ 15 y $ 20, que incluyen limpieza de oído y corte de uñas, que también son mensuales, y que varían según la raza y tamaño de la mascota. Este es el servicio con mayor demanda en las veterinarias, y aunque no se lo reconozca explícitamente, son pequeños lujos que el poder adquisitivo en el sector lo permite.

Todas las veterinarias de la zona ofrecen este servicio, excepto Vetcare, ya que esta se especializa en el cuidado médico.

Asimismo, en relación con la parte médica, todas ofrecen el servicio de chequeo general, vacunación, desparasitación y cirugía. Tanto Entre Caninos como CIV tienen servicio de hotelería. Según estas veterinarias este servicio es más requerido en feriados. En Entre Caninos se reciben entre 20 y 30 mascotas, para este servicio. El valor por día es $ 25. En CIV se reciben entre 10 y 15 mascotas, el valor diario es $ 10 y la comida corre por cuenta del dueño.

Además la Veterinaria Guayaquil tiene una línea de emergencia (099-942-1457), con servicio las 24 horas. Animal Care, que aperturó hace 8 meses, además ofrece servicios de ecografía y cardiología.

Por otro lado, la mayoría de los especialistas han percibido un incremento en las esterilizaciones. “Aquí se realiza un día de cirugías a la semana, y por lo menos se registra una esterilización”, dice Martínez.

Ella asegura que esta alternativa evita cáncer, infecciones en el útero, en las hembras, y en el caso de los machos impide que sean atropellados o adquieran alguna enfermedad por ir detrás de la hembra.

A pesar de las ventajas que tiene la esterilización, para Ortiz no es lo único que se debe considerar. “La esterilización es buena cuando tiene su fin, si la mascota está en un entorno seguro en el que podrán hacerse cargo de sus crías, está bien tener una reproducción natural”, dice.

Para Llanos, es importante destacar que el tener una mascota sensibiliza a las personas, aumenta su concepto de responsabilidad y disminuye la violencia y el abuso a los seres vivos. (I)

Ahora el animal es parte de la familia, ya ha cambiado su rol de guardián o cazador, actualmente se ha convertido en la compañía de los miembros del hogar”.Mónica Llanos, Psicóloga clínica