Los problemas de desabastecimiento en Venezuela corren el peligro de agravarse por la suspensión de la producción de algunos alimentos como atún enlatado y avena, y el inminente riesgo de paralización que enfrenta la fabricación de aceite, jugos, gaseosas, azúcar y arroz, entre otros.

La industria de alimentos enfrenta una situación crítica ante los severos problemas de abastecimiento de materias primas, repuestos, insumos y materiales de empaque, afirmó Manuel Felipe Larrazábal, director de la cámara que agrupa a empresas privadas del sector.

Larrazábal dijo en un comunicado que la compleja situación del sector ha sido generada por la “falta total de acceso a divisas”, la deuda con los proveedores extranjeros que alcanza a $ 1.600 millones, llevó a la paralización de los créditos internacionales y la congelación, y el rezago de los precios de algunos bienes controlados que no permiten cubrir los costos de producción.

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Esto llevó a la suspensión de la producción de atún enlatado, gelatinas, salsa de tomate, bebidas en polvo, flan en polvo, avena, mortadela, carne para almuerzo enlatada y quesos para untar, señala un informe de la Cámara Venezolana de Alimentos, difundido ayer.

El estudio reconoce que ante los “niveles críticos” de inventarios hay un “riesgo inminente de ser suspendida” la producción de alimentos como el trigo, las gaseosas, el aceite, las galletas, los jugos, las salchichas, el azúcar, el arroz, la mayonesa.

Desde finales de 2012, Venezuela enfrenta un fuerte desabastecimiento de diversos alimentos y medicinas, que los analistas y empresarios asocian a una importante merma en la venta de divisas oficiales. El Gobierno sostiene que el desabastecimiento es consecuencia de “una guerra económica” que promueve la oposición. (I)