En la década del sesenta, Mario Vernaza Requena era el primer jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. Ya jubilado falleció en el 2014, a los 93 años. Hoy tiene un busto en su honor.

El sábado pasado, luego de una semblanza de su trayectoria, fue develizada su estatua, en los exteriores del Museo del Bombero Ecuatoriano, en el barrio Las Peñas. Estuvieron familiares, quienes agradecieron el homenaje; Martín Cucalón, actual primer jefe, entre otros oficiales de la institución.

En las calles General Cornelio Escipión Vernaza y Malecón Simón Bolívar se instalaron carpas y una motobomba, donde decenas de voluntarios de la entidad rindieron honores al ex primer jefe.

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Vernaza integraba el Consejo Asesor del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.

En la ceremonia se destacó la trayectoria de Vernaza, quien ingresó a la institución en 1937, con activa participación en el combate de incendios que acontecieron durante sus años de servicio.

Dentro del cuerpo de bomberos guayaquileños fue ayudante del jefe de la Tercera Brigada y luego del primer jefe, para después ser nombrado comandante de las compañías 9 de Octubre y Sucre.

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Vernaza estuvo casado con Raquel Amador. Sus familiares dicen que él pidió que al devenirle la muerte lo vistieran con el uniforme rojo, característico de los combatientes del fuego.

El busto de Vernaza permanece ahora junto a los de otros primeros jefes, como Julio Rumbea, Manuel Díaz-Granados, Genaro Cucalón y Gabriel Gómez Sánchez. (I)