La mayoría que legislará en la Asamblea de Venezuela por el periodo 2016-2021 es una coalición de fuerzas políticas que pondrá a prueba su unidad.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que desde ayer ocupa 109 de los 167 escaños del Parlamento (otros tres fueron suspendidos), está conformada por más de diez agrupaciones, todas opositoras al Gobierno de Nicolás Maduro.

Cada una se adjudicó determinado número de curules, tiene su propia trayectoria política y, en ciertos casos, prioriza más unos puntos de la agenda legislativa acordada, antes que otros.

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Por eso varios analistas advierten que la MUD deberá sortear las amenazas ‘internas’, provenientes de esta diversidad de criterios; para luego poder superar las ‘externas’, como la crisis económica en Venezuela y la gestión del Ejecutivo.

El ‘peso’ en la MUD radica en cuatro partidos, pues son los que ganaron más diputados en las elecciones de diciembre pasado: Primero Justicia (33), Acción Democrática (25), Un Nuevo Tiempo (21) y Voluntad Popular (14).

Primero Justicia fue fundado por uno de los líderes opositores, Henrique Capriles.

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Acción Democrática gobernó Venezuela entre 1958 y 1998, y su secretario, Henry Ramos, es el titular de la Asamblea.

Un Nuevo Tiempo es del exaspirante presidencial, Manuel Rosales, quien está detenido. Y Voluntad Popular, de Leopoldo López, quien ha sido considerado como un preso político.

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Entre estos grupos hay divergencias en cuanto a la prioridad en la agenda legislativa.

Por ejemplo, Primero Justicia (Capriles) sostiene que la Asamblea debe aprobar una Ley de Amnistía para los presos políticos. Pero Voluntad Popular (López) pide remover del poder al presidente Maduro.

El politólogo venezolano Luis Salamanca opinó que el reto de la MUD es “pasar de la unidad electoral hacia la política”, según una publicación del diario caraqueño El Nacional.

Salamanca comentó que ponerse de acuerdo para la campaña electoral no es lo mismo que para una administración.

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El nuevo presidente de la Asamblea así también lo admitió antes de asumir el cargo, según un reportaje de la BBC.

Ramos dijo: “Más allá de lo electoral, se pondrá a prueba la misma fortaleza de la unidad, el tino de su conducción y su capacidad para asumir responsable y eficazmente el encargo de la soberanía popular”.

El consultor ecuatoriano Oswaldo Ramírez advirtió que la conciliación será difícil porque implicará ‘ceder’ en “intereses particulares”, según el periódico El Nacional.

La fuente citó que el politólogo John Magdaleno observó que el “deterioro económico” en Venezuela se presenta como otro reto para la oposición.

El Parlamento asumió en momentos en que el país atraviesa una crisis económica y divisiones sociales. Sin embargo, revirtió la hegemonía que durante 17 años tuvo el ‘chavismo’ en el Legislativo. (I)