Actualizada a las 13:17

La Asamblea Nacional venezolana se instaló este martes bajo el control de la oposición, que asegura que tendrá entre sus prioridades el control y la supervisión del gobierno, lo que presagia tiempos de choques entre los poderes en el país suramericano que está sumido en una profunda crisis económica.

Los nuevos diputados de la oposición y el oficialismo tomaron juramento en una sesión especial que se desarrolló en medio de gran expectativa ante los riesgos de posibles manifestaciones callejeras y la reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia que suspendió de tres diputados opositores y un oficialista del estado sureño de Amazonas, sentencia que la coalición opositora se niega acatar alegando supuestos vicios legales en un abierto reto al máximo tribunal que controla el oficialismo.

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Hace unos minutos, tomaron juramento como diputados 163 parlamentarios, pues cuatro se encontraban suspendidos por decisión del Tribunal Supremo, por lo que la oposición cuenta con una mayoría de 109 diputados, y el oficialismo cuenta con 54.

De esta forma, la nueva Asamblea Nacional de Venezuela inició este martes una histórica sesión de instalación, en la que la oposición asume el control parlamentario, poniendo fin a casi 17 años de hegemonía chavista.

Sesión inicial

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El diputado oficialista Héctor Agüero, quien dirigió el debate por ser el legislador de mayor edad, dio inicio a la sesión con la lectura del orden día, que tendrá como único punto la juramentación de la junta directiva de la Asamblea, presidida por el acérrimo antichavista Henry Ramos Allup.

La Asamblea Nacional electa en los históricos comicios del 6 de de diciembre para los próximos cinco años se juramenta en un clima de tensión, con marchas previstas por seguidores de uno y otro bando, que ya empezaban a congregarse.

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Llevando gorras de la bandera venezolana, acompañados de algunos simpatizantes y una batería de periodistas, diputados opositores ingresaban poco a poco al Palacio Legislativo, tras pasar el cordón de seguridad montado en los alrededores por la militarizada Guardia Nacional.

La noche del lunes, el presidente Nicolás Maduro dijo haber dado órdenes a los cuerpos de seguridad para que garanticen una instalación pacífica del Legislativo, por lo que se dispusieron dos sectores para las manifestaciones a fin de evitar que choquen.

"Cinco de enero, día de paz, que se instale el parlamento burgués y los revolucionarios a trabajar, a rectificar, a luchar y a construir", manifestó el gobernante en cadena de radio y televisión.

El veterano diputado y acérrimo opositor Henry Ramos Allup, elegido por la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) para sustituir en la presidencia parlamentaria a Diosdado Cabello -número dos del chavismo-, dijo confiar en que la Fuerza Armada (FANB) garantizará el orden en la ceremonia de instalación.

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Oficialistas

"La FANB no es órgano para subvertir el orden constitucional, ni para desconocer la institucionalidad democrática, mucho menos para dar golpes de Estado", respondió el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

El escenario es complejo. De cómo manejen el chavismo su derrota y la oposición su mayoría legislativa y divisiones internas, dependerá que haya o no estallidos de violencia y que la crisis se profundice o empiece a resolverse en 2016, según el economista Luis Vicente León.

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El país con las mayores reservas petroleras del mundo sufre el desplome de los precios del crudo -fuente del 96% de sus divisas-, un déficit fiscal del 20% del PIB, 200% de inflación, severa escasez de alimentos y una contracción económica del 6% en 2015, según cálculos privados.

Agotados de las colas para comprar comida y la inseguridad rampante, los venezolanos están a la expectativa, algunos esperanzados pero otros pesimistas dada la confrontación vista estas semanas.

Para la oposición, este martes comenzará "el cambio"; para Maduro, la lucha de dos modelos: el del "pueblo que quiere preservar los logros sociales de la revolución" y "el neoliberal de la burguesía que quiere privatizarlo todo".

En víspera del cambio de legislatura, Maduro promulgó una reforma para quitar al Parlamento la facultad de elegir al presidente del Banco Central y ahora lo hará el Ejecutivo. (I)