Luis Bagüí faltó ayer al trabajo como conductor en una empresa de ebanistería, para reparar el techado de la parte trasera de su vivienda, en la cooperativa Camino Real, sector de Monte Sinaí, noroeste de la ciudad.

En esa zona, en la que hay algunos asentamientos aún no legalizados, actualmente seis sitios y aproximadamente 200 casas están en riesgo ante la estación lluviosa, según la Dirección Municipal de Gestión de Riesgos y Cooperación.

El titular de esta dependencia, Juan Ramírez, indicó que los sectores son: Nueva Prosperina, Balerio Estacio, Janet Toral, Reynaldo Quiñónez, Lomas y Colinas de la Florida.

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Quienes habitan en dichos lugares, dijo el funcionario, ya fueron notificados de que están asentados en zona vulnerable y lo que les corresponde es solicitar una reubicación a las instancias estatales.

Ramírez señaló que el riesgo está determinado porque las viviendas se encuentran en áreas no urbanizables, en pendientes mayores a 30 grados o en servidumbres de canales naturales y de aguas lluvias.

El primer aguacero de la temporada, registrado entre la tarde del sábado y madrugada del domingo, puso en evidencia el riesgo en esos y otros sitios del noroeste de la urbe, donde se concentra el 20% de la población radicada en Guayaquil.

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Incluso hubo situaciones inusuales en el norte de la ciudad, en la avenida Plaza Dañín y Francisco de Orellana, un caimán apareció y aquello causó susto entre los peatones y generó congestión vehicular durante algunos minutos.

Y en el noroeste, producto de la lluvia del fin de semana, en la casa de Bagüí se cayeron unas planchas de zinc, que luego él acomodó durante la mañana.

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Pero en la cooperativa Camino Real hay más preocupación, por un árbol de Ceibo, cuyas raíces están en el aire y una parte del tronco está carcomida.

Moradores como Manuel Toala temen que el árbol se caiga sobre las casas del sector, tal como ocurrió en la cooperativa vecina, la 31 de Octubre, donde el hecho registrado el domingo causó la muerte de un hombre y una menor de dos años.

Sobre esto, Ramírez citó que el Cabildo procederá a derribar el árbol, aunque el sitio no es de competencia municipal.

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Ayer, Paola Paredes, madre de la menor, veló los restos de su pequeña en casa de su madre y en la tarde los trasladó a Lorenzo de Garaicoa, parroquia del cantón Simón Bolívar (Guayas), para darles sepultura.

El cadáver de su conviviente, Milton Velasco, de quien tiene siete meses de embarazo, fue trasladado por los familiares a Quinindé, Esmeraldas.

En el velatorio de la menor, la mujer dijo haber recibido colchones y víveres.

En su cuenta de Twitter, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) publicó la ayuda humanitaria dada a dos familias afectadas por la caída del árbol en esa zona.

Sin embargo, Paredes expresó su preocupación porque se quedó sin vivienda y perdió todas sus pertenencias.

Ella pidió a las autoridades que le ayuden con una casa en el mismo sitio donde estaba asentada su vivienda anterior, pues por allí está su familia.

Ayer, personal del Cabildo retiró el árbol caído. (I)