Las tres mayores ciudades de Italia, Roma, Milán y Nápoles, han tomado medidas drásticas esta semana para limitar la circulación de automóviles y luchar contra la elevada contaminación.

En Milán y Pavía (norte de la península italiana), el tráfico de automóviles privados estará totalmente prohibido durante tres días, de las 10H00 a las 16H00 locales, hasta el miércoles, debido a la presencia de las llamadas partículas finas, que afectan a la salud de los ciudadanos.

Los niveles de contaminación en la capital de negocios de Italia han excedido los niveles considerados saludables por más de 30 días seguidos, por lo que las autoridades de Milán prohibieron la circulación de autos privados entre las 10 y las 16 desde el lunes hasta el miércoles esta semana.

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Funcionarios dijeron que los automovilistas privados, que enfrentaban fuertes multas por cualquier violación de la medida, la respetaron ampliamente el primer día.

Roma, que batalla también el smog, ha estado implementando suspensiones de circulación en días alternos sobre la base de números pares y nones en las matrículas de los vehículos, mientras que Florencia anunció límites al acceso de automóviles al centro histórico hasta el Año Nuevo.

Algunos detractores dicen que las medidas son insuficientes y llaman a ofrecer más incentivos para el uso del transporte público, el apagado de los sistemas de calefacción en escuelas durante el receso invernal y pedido a los ciudadanos que bajen las temperaturas en los termostatos de sus casas.

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El alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, dijo que la medida era una respuesta necesaria a una situación de emergencia.

"Yo diría que la suspensión en vigor ha sido bien respetada", dijo el máximo funcionario de transporte en Milán, Pierfrancesco Maran, en un mensaje en Facebook. "Mientras tanto, debe decirse que la ciudad tiene una atmósfera mágica a disafrutarse en bicicleta, a pie o en transporte público".

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Clima desfavorable

La falta de lluvias y vientos ha exacerbado los niveles de smog en Italia, particularmente en el norteño Valle del Po, donde al menos 10 ciudades han limitado de alguna forma la circulación de vehículos. La suspensión en Milán ocurre en una semana feriada, con muchos residentes fuera de la ciudad y muchos negocios cerrados, y es acompañada por una medida que permite el uso del transporte público todo el día por 1,50 euros (1,60 dólares) el precio usual del boleto para un solo viaje.

Funcionarios de salud dicen que las emisiones de vehículos representan la mitad de la contaminación del aire en Milán y 70% en Roma. (I)