Ante la amenaza de nuevas lluvias, más familias abandonaron sus hogares el domingo en Paraguay, el país más golpeado por la peor inundación en décadas en una zona que también incluye a Uruguay y Argentina y que ya forzó la evacuación de más de 100.000 personas.

El fenómeno climático El Niño ha incrementado las lluvias, lo que hizo desbordar los ríos de la región. El Paraguay, que corre a la vera de Asunción, ya alcanzó los 7,82 metros, su nivel más alto desde 1992.

Alrededor de 90.000 personas abandonaron sus hogares en la capital paraguaya y están acampando en precarios refugios de madera y chapa en parques o espacios públicos de la ciudad, o albergándose en escuelas y edificios militares.

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"El agua en mi casa está hasta el techo, trajimos todo lo que pudimos con ayuda de los vecinos y de un camión de la municipalidad", dijo Ramona Beltrán, una cocinera de 42 años que desde hace ya dos semanas está viviendo en un campamento de evacuados con otras 30 familias.

"Acá estamos familias que nada todavía recibimos y no podemos esperar. Con este tiempo de mucha lluvia, no podemos estar a la intemperie", agregó.

En Alberdi, unos 120 kilómetros al sur, las autoridades llamaron a evacuar a 7.000 personas más debido a grietas detectadas en el dique de la ciudad.

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"El grado de incertidumbre de qué puede pasar con el muro es grande. No queremos correr ningún tipo de riesgo. La población está alertada", dijo el Secretario de Emergencia Nacional de Paraguay, Joaquín Roa. Sin embargo, agregó que mucha gente no quería abandonar sus hogares por temor a que fueran saqueados.

El Niño es un fenómeno que causa clima extremo a nivel global y el de este año es el peor en más de 15 años, dijo la agencia climática de Naciones Unidas el mes pasado. Mientras que ha agravado las inundaciones en zonas de Sudamérica, generó sequías en otros lugares, como Colombia.

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El Gobierno paraguayo ha declarado estado de emergencia en Asunción y en siete regiones del país con el fin de habilitar fondos para ayudar a los afectados.

Pero algunos evacuados afirmaron que esos fondos no llegan a quienes los necesitan, y que el Gobierno debe hallar soluciones definitivas a un problema que se repite demasiado a menudo.

"Este no es un problema de ahora nomás, es cosa de años", dijo Leopoldina Duarte, de 49 años, que debió evacuar por séptima vez en las últimas tres décadas.

Aún no hay una cifra oficial de muertos. Medios locales reportaron que dos personas resultaron electrocutadas en sus hogares, y varias murieron por caídas de árboles durante las tormentas que causaron la inundación.

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Región afectada

En el noreste de Argentina, unas 20.000 personas han tenido que evacuar por las crecidas de los ríos Paraná y Uruguay, en lo que las autoridades describieron como la peor inundación en más de 50 años.

"Las lluvias han menguado y se ha revertido el proceso de crecidas", dijo el presidente Mauricio Macri, que acaba de asumir el poder en Argentina y que suspendió sus vacaciones navideñas para visitar las áreas más golpeadas en la provincia de Entre Ríos.

Macri dijo que la inundación se debe en parte al cambio climático y prometió ayuda del Gobierno nacional para ayudar a construir viviendas más alejadas de las orillas de los ríos y para erigir diques que eviten inundaciones en la región.

En Uruguay, en tanto, se reportaron 11.300 evacuados, dijo el domingo Fernando Traversa, que encabeza el Sistema Nacional de Emergencias, aunque añadió que la situación estaba mejorando.

"Varios de los ríos se están estabilizando y volvieron a su cauce", dijo a Reuters. Eso permitió que cerca de 1.000 personas ya retornaran a sus hogares, mientras que unas 5.600 más estaban en proceso de volver a casa. (I)