La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) denunció ayer ser el centro de una “campaña de desprestigio” internacional, luego de que medios informaran que autoridades de Estados Unidos detectaron un supuesto esquema de sobornos por $ 1.000 millones para ganar contratos de la firma.

Roberto Rincón, un venezolano presidente de una firma de servicios petroleros, y el empresario también venezolano José Shiera Bastidas fueron detenidos la semana pasada en Houston y en Miami, respectivamente, acusados de conspirar para obtener contratos de PDVSA.

La firma aseguró en un comunicado que “todos sus procesos de contratación son apegados a las leyes”.

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“PDVSA denuncia el ataque del que está siendo objeto por medio de una campaña de desprestigio internacional a través de algunos medios de comunicación”, dijo la firma sin referirse directamente al caso ni aclarar a qué denuncia se refería.

La acusación de una corte de Estados Unidos dijo que cinco funcionarios de PDVSA, que no fueron identificados, recibieron cientos de miles de dólares en sobornos a través de transferencias bancarias y también de pagos de hipotecas, pasajes de aerolíneas y, en un caso en particular, whisky.

Según el documento, entre el 2009 y el 2014 se calcula que la conspiración ascendió a más de $ 1.000 millones. (I)