El expresidente panameño Ricardo Martinelli dijo ayer que es blanco de una persecución y que se defenderá desde Estados Unidos después de que el máximo tribunal de su país ordenó su detención para que enfrente las acusaciones por presuntas escuchas ilegales a opositores.

Panamá ahora debe buscar la manera de traer al estrado al exlíder conservador y magnate de los supermercados de 63 años, bajo cuyo quinquenio (2009-2014) el país vivió un auge económico sin precedentes, aunque salpicado de denuncias de corrupción.

Martinelli salió del país el 28 de enero y se ha radicado en Florida, lo que implica que Panamá va a tener que gestionar su extradición ante las autoridades estadounidenses.

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El exgobernante dijo en redes sociales que es objeto de un proceso político, y en un mensaje enviado al presentador de un noticiario de televisión local sostuvo que la coyuntura no favorece su retorno inmediato.

“Demostraré mi inocencia acá (EE.UU.) porque allá (en Panamá) no hay justicia”, escribió por chat. “Iré en el momento político adecuado o después de que el tirano salga en el 2019”, añadió en referencia a su sucesor Juan Varela. (I)