La acumulación de lechuguines en parte de la represa en el sector Río Grande, en la parroquia Santa Rita, en Chone, dificulta la transportación fluvial de los campesinos asentados en la parte alta del embalse, según los habitantes de la zona.

La represa fue inaugurada por el presidente Rafael Correa el pasado 24 de noviembre y es parte del llamado Proyecto Multipropósito Chone.

El presidente del comité vial del sector, Elvis Suárez, cuenta que una canoa tarda en llegar a la comuna de Coñaque hasta cinco horas por los lechuguines, cuando en inviernos anteriores con la crecida del Río Grande se demoraba media hora. Por tierra, en verano, el trayecto de 12 kilómetros sería de unos 20 minutos.

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Según él, niños y adultos sufren cuando la canoa se queda varada en medio de los lechuguines que se han formado aguas arriba sobre la represa.

Suárez dice que las autoridades de la Prefectura, que tiene las competencias de las vías en las zonas aledañas a la represa, deberían construir caminos permanentes para evitar cruzar por el Río Grande.

Los habitantes de la zona cuentan que la Alcaldía de Chone construyó un terraplén de unos 12 kilómetros en el margen derecho de la represa, pero que con la temporada lluviosa los vehículos no logran acceder a las comunidades, que quedarían aisladas.

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El presidente de las comunidades de Río Grande, Erwin Muñoz Moreira, y los moradores María Manzaba Cusme y Édison Cedeño Santana visitaron la semana pasada al alcalde de Chone, Deyton Alcívar, y le expresaron sus preocupaciones, como el temor a quedar aislados porque no tendrían cómo salir de sus propiedades si se da un invierno fuerte, ya que por agua es difícil. “El embalse está repleto de lechuguines”, dijeron los comuneros.

Agregaron que comunidades como El Toro, Platanales, El Achiote, El Aguacate, Coño, Coñaque, Capilla de Coñaque, El Espejo, Solesté, La Pancora, entre otras, que convergen con la represa de Río Grande, estarían sufriendo las consecuencias del aumento de los lechuguines.

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Quirino Muñoz, del sitio El Aguacate, contó que las canoas se quedan retenidas en los lechuguines y que con machetes y palos logran abrirse paso. “Qué será de nosotros cuando llueva más y cuando haya las cosechas de las frutas o cuando se transporte cacao”, agregó.

La Empresa Pública del Agua (EPA) dijo, en un boletín de prensa, que personal de la entidad, que se traslada en cuatro canoas, está retirando los lechuguines de la zona.

El mantenimiento de la presa, en el caso de la limpieza permanente de los lechuguines, de Río Grande estaría por contratarse con los habitantes del sector, así como se hace en otras represas, se detalló. (I)

Detalles
Comuneros

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Pedido
En el sector de Río Grande, los comuneros también solicitan la edificación de tres puentes de hormigón en los sectores de Platanales, Sánchez y Coñaque, que son afectados con los inviernos.

Por lechuguines
Los habitantes dicen que se abren paso con machetes, palos y hasta con las manos.