Los letreros ya están en las panaderías de barrio. “Se hornan pavo, piernas de chancho y pollo”, anuncian los panificadores que cada año ofrecen este servicio adicional a la vecindad. Ellos tienen la tarea de dejarlos jugosos y con el ‘cuerito’ dorado, listos para servir en la cena de nochebuena.

Por ejemplo, Merwin Jara, María Barreto, Alfonso Vargas y Rocío Sánchez, panificadores de La Pradera 2, de Portete y Gallegos Lara, Leonidas Plaza y Argentina y de Bellavista, en su orden, ya reciben pedidos. Los tres primeros tienen veinte años horneando el ingrediente principal de la cena de sus vecinos y amigos.

El sabor lo ponen los clientes, porque ellos los aliñan. Lo que sí les recomiendan es no usar gaseosa, salsa china ni azúcar porque oscurece la piel del ave o del chancho. Lo más importante para ellos, coinciden, es la presentación del plato.

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Cubiertos totalmente con papel aluminio y a fuego lento o medio se cocinan en los hornos eléctricos o a gas. El tiempo de cocción varía, dependiendo del tamaño, pero suele ser entre tres y cinco horas.

Una hora antes se le retira el papel para dorarlo. Merwin Jara, de La Pradera 2, le pone agua con un poco de sal para obtener esa crujiente textura.

Él bajó los precios de su servicio este año porque afirma está consciente de la economía del país. El año pasado horneaba por entre $ 10 y $ 15; ahora lo hará por $ 5 el pavo; a $ 6, la pierna o brazo de cerdo; y a $ 2, el pollo. Estos valores los puso en los exteriores de su local para atraer a su clientela.

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Comenta que para mañana receptan las aves o el cerdo desde las 05:00 hasta las 16:00 para entregarlos máximo a las 19:00. Hornea hasta 50 unidades.

Para Nochebuena, los pedidos que más llegan son de pavos y para fin de año, las piernas o brazos de chancho, sostiene María Barreto, de la panadería Pacífico, ubicada en Portete y Gallegos Lara.

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El año pasado horneó unas 40 aves. Cobra entre $ 6 y $ 10, dependiendo el tamaño del pavo o chancho. Por el pollo cobra de $ 3 a $ 4.

Ella, al igual que sus colegas enumera los animales para que no se confundan de cliente. La panadera, en su horno eléctrico, tiene la paciencia de acoger las sugerencias de sus clientes; algunos piden que se bañe al animal con el condimento líquido cada hora o colocarle papas alrededor para que se doren, o azúcar en los últimos minutos, antes de sacarlo.

Alfonso Vargas, de la panadería Tomasita, en Leonidas Plaza y Argentina, tiene listas las bandejas de su horno a gas con cuatro quemadores. Al mismo tiempo podría cocinar hasta 16 animales, de darse el caso.

Él también mantiene el precio de hace cinco años: $ 3 para el pollo y $ 10 para el pavo o chancho. Rocío Sánchez, de la panadería de Bellavista, cobra entre $ 5 y $ 10 la cocción. Recibe los encargos desde las 06:00 hasta las 18:00. (I)

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