Doce aeropuertos de Chile permanecían paralizados este domingo en la cuarta jornada de huelga de trabajadores aeronáuticos, un medida que obligó a las aerolíneas a suspender vuelos locales, incluidos a Isla de Pascua, y a retrasos en vuelos internacionales.

"Iquique y Antofagasta (norte) quedaron inoperativos elevándose a 12 los aeropuertos cerrados en el país", señaló Latam, la mayor aerolínea de América Latina, en su sitio en internet.

La principal terminal aérea del país en Santiago junto a la de Calama en el norte y Temuco y Punta Arenas en el sur son las que se encuentran operativas. Los vuelos internacionales se mantenían programados pero sufrían algunas demoras.

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La aerolínea local Sky mantiene suspendida la mayoría de sus vuelos locales, por lo que en lo que va del paro se han cancelado cientos de vuelos dentro de Chile provocando molestias a miles de pasajeros.

La situación más compleja se presenta en las terminales de Balmaceda e Isla de Pascua, ya que a diferencia de los demás destinos es imposible llegar por vía terrestre.

La respuesta del gobierno para paliar la situación en Balmaceda e Isla de Pascua, que se ubican a 3.500 kilómetros de Chile continental, fue habilitar vuelos de las Fuerzas Aérea para el traslado de personas.

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José Pérez, presidente de los funcionarios de la DGAC, advirtió que "las medidas que se están ocupando son justamente para poder romper este paro".

Los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) decidieron en la noche del viernes que el paro, en primera instancia de 48 horas, se extendiera por "tiempo indefinido", en reclamo de mejoras en sus planes de pensiones.

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Los controladores aéreos desistieron de sumarse a la medida y trabajan con normalidad, pero la mayoría de los encargados de la seguridad, meteorólogos y encargados del transporte de maletas se sumaron a la huelga.

La situación se tensó el jueves con la decisión del gobierno de disponer de efectivos de la Fuerza Aérea para permitir el funcionamiento de los aeropuertos, una medida que encendió las críticas de los trabajadores aeronáuticos, que alertaron sobre la impericia de estos efectivos para realizar las tareas.

La DGAC cuenta con unos 3.000 funcionarios en todo el país.

Sin solución a la vista los viajeros siguen formando largas filas para acceder a los vuelos internacionales y algunos locales, en un periodo de alto flujo por la cercanía de las fiestas de fin de año. (I)

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