Un niño de 8 años fue puesto a buen recaudo por la Dinapen luego de que las autoridades de la escuela donde estudia el pequeño denunciaron que había llegado a clases con huellas de violencia física.

El rescate se produjo ayer en un plantel ubicado en el centro de Guayaquil. El menor presentaba marcas en la espalda, en los brazos y quemaduras en la mano izquierda.

El cabo Fabricio Méndez, de la Dinapen, indicó, basado en las primeras investigaciones, que el niño habría sido maltratado por su propia madre, quien lo acusaba de haber tomado 30 centavos de dólar.

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Méndez dijo que hace un mes una hermana del menor, de 9 años, había sido agredida en circunstancias similares. (I)