Una rampa de 150 metros lineales para personas con discapacidad, que sale del departamento de turismo municipal en la playa El Murciélago, en Manta, es utilizada a diario desde el pasado 4 de diciembre, tras su habilitación. Se trataría de la primera en su tipo en un balneario manabita, según autoridades.

El proyecto tiene un costo de $ 48.000. Solo la primera fase fue habilitada, comentó Marcia Chávez, titular del Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Manta, quien mencionó que la segunda fase incluirá corredores horizontales de 10 metros, a cada lado, en los que se ubicarán sombrillas.

La funcionaria dijo que en Manta residen unas siete mil personas con discapacidad. “Así sea solo una persona, se logra que todos tengamos la misma accesibilidad física (...), todos tenemos derecho a gozar de la arena del mar, esto da mucha felicidad”, expresó.

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Chávez espera que este trabajo se reproduzca en otros balnearios manabitas para ayudar a las personas con discapacidad. “Esto es un plus para impulsar el turismo en Manta”.

A la rampa se la da mantenimiento a diario y se prevé que tenga una durabilidad de unos 20 años. Está construida con paneles de madera desmontables, por si se presenta alguna situación (como marea alta u otro fenómeno) que obligue a retirarla momentáneamente.

“Era muy difícil (pasear por la playa), la silla (de ruedas) se atascaba en la arena, había que hacer mucha fuerza”, aseguró Lucy Sánchez, madre de Britnie, de 11 años, quien tiene discapacidad motriz.

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El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, llevó a la niña de paseo por la rampa durante la inauguración de la primera fase de esta obra.

Ese día, el funcionario habló de la posibilidad de que Ecuador Estratégico pueda conseguir sillas denominadas anfibios, para que las personas con discapacidad puedan disfrutar del mar en compañía de los adultos.

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Renato Espinel, representante de Ecuador Estratégico, aseguró que canalizaría la ayuda o solicitaría el respaldo de amigos para las sillas anfibios. (I)