Un hombre, que nació en uno de los centros de detención clandestinos de la dictadura argentina, se encontró este martes con su madre, que lo había parido durante su cautiverio y a quien le fue arrebatado. Pasaron 39 años para que se conocieran.

Mario Bravo fue secuestrado por autoridades del país en la provincia de Tucumán entre mayo y junio de 1976, tras nacer en una cárcel debido a que su madre, Sara, había sido detenida.

Tanto Sara -que fue liberada después- como su hijo, que fue criado por otra familia en la provincia de Santa Fe y dudaba de su identidad, depositaron su información genética en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde en noviembre se determinó su filiación.

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"Las Abuelas de Plaza de Mayo informamos la restitución de otro nieto, el caso número 119 que logramos resolver. Hoy (martes) nuestro nieto se encontró por primera vez con su madre", dijo Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, a la que acudió Bravo para determinar su identidad.

Argentina fue gobernada por una dictadura militar entre 1976 y 1983, periodo durante el cual decenas de miles de argentinos fueron secuestrados y cuyo paradero aún se desconoce, como también el de hijos de detenidos políticos nacidos en cautiverio.

"Lo que pasó es muy malo, es muy feo, pero ya está. Ya pasó. Es pasado. Y ahora quedó algo muy lindo. Yo tengo gracias a Dios de haber encontrado a mi mamá con vida, eso es un milagro", dijo Bravo este martes en un acto en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires. (I)