No paraba de sonreír, ni de preguntar quién faltaba de llegar. Lucrecia Concepción Macías Macías estaba deseosa de que empiece la reunión para celebrar, anticipadamente, los 102 años de vida que cumple hoy.

En su casa, en la octava etapa de la Alborada, los familiares de esta mujer nacida en Nobol el 30 de noviembre de 1913, organizaron ayer un agasajo que incluyó un torneo de naipes, cuyo premio al ganador fue una copa mediana de color dorado.

Jugar telefunken es el pasatiempo favorito de Macías, la quinta y única hija viva de nueve hermanos. Y así, a pedido de ella, se reunieron sus hijos, nietos, y bisnietos desde las 13:30.

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“Juego naipe, porque si me acuesto en la hamaca duermo mucho y después (de noche) ya no puedo dormir”, expresó la centenaria con lucidez y voz clara y fuerte a ratos.

Macías, quien llevaba un vestido jaspeado de tono morado, contó que en vida su esposo, Augusto San Lucas, sus cumpleaños siempre fueron el pretexto para reunir a la familia, y ese es un orgullo para ella.

“Siempre toda la vida que ha sido mi santo ha sido una reunión bastante grande, más que ahora, porque ya ahora estamos un poquito viejos”, bromeó.

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Y dijo sentirse bendecida por Dios, pues no esperaba vivir tanto, más aún cuando ha sido operada en cuatro ocasiones.

Con su difunto esposo ella procreó 9 hijos (tres fallecidos). Carlos, Fernando, Nelly, Norma y Elsa estuvieron ayer con ella. Isabel no, pues vive en Estados Unidos. Sus 22 nietos y 26 bisnietos también participaron en el festejo.(I)