Un emprendimiento lo lleva a otro y a otro. El catálogo de inversiones del empresario guayaquileño Werner Moeller se centra en la exportación de camarón, pero también ha incluido a la industria azucarera, la fabricación de cemento, la actividad bancaria y al sector turismo. Incursionó en estas áreas en los últimos 40 años, en el Ecuador de las luchas de los movimientos sociales por mayores derechos, sobre todo laborales, en el de la crisis financiera, los de bonanza petrolera. Condecorado esta semana como el industrial del año por la Cámara de Industrias de Guayaquil, Moeller habla de “desarrollar oportunidades”, como afirma, en el país de ayer y de hoy.

Usted es uno de los pioneros de la acuicultura en Ecuador, ha estado involucrado en distintos puestos en la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) desde 2003 y dirigió la Cámara de Industrias de la ciudad durante varios años; además de sus actividades empresariales, ¿qué aprendizaje adquirió de sus emprendimientos, de estar al frente de un ente social y otro gremial productivo en un país como Ecuador?
He crecido en ese ambiente de ayuda social que es un tema que he manejado desde que comencé a trabajar, porque encuentro que es la forma de mantener contacto con la realidad. En Ecuador el problema sencillamente es la falta de contacto con los empresarios. (Estos) deben y están en condición de ayudar muchísimo más de lo que están haciendo. He aprendido que realmente hace falta la Junta de Beneficencia (ONG sin fin de lucro que da atención de salud en Guayaquil), que es un ejemplo típico de lo que podría ser una guía mundial...

En los años ochenta, cuando usted inició la actividad camaronera en el país, Ecuador  tenía un Producto Interno Bruto (PIB) de $ 21.000 millones, con un sistema de vialidad trazado pero en mal estado, estaba considerado un país de renta baja, ¿qué lo motivó a invertir en esas circunstancias?
En Ecuador hay que tener mucha fantasía para apuntar y ganar con la decisión. Veíamos que el banano y el cacao ya están explotados, pero el camarón era un producto nuevo que estaba a la mano (este recurso crece en aguas salinas de los manglares de la costa del país). Fui uno de los primeros en tener fe en ese producto e invertir en él.

Publicidad

Ahora somos un país de renta media, el PIB pasa los $ 100.000 millones, y poco a poco, pese a las crisis financiera, se han mejorado la mayoría de los indicadores sociales, ¿a qué atribuye este cambio?
Este se produce por la necesidad. Se necesita desarrollar oportunidades. Ahora hay muchos hijos de los empresarios que han ido a EE.UU. a estudiar y ese es un grupo nuevo que está haciendo aparición en el mercado laboral. Lástima que no se ha cumplido con ciertos requisitos importantísimos como el de la inversión extranjera, que en Colombia, Perú y Chile es cien veces más que en Ecuador y creo que me quedo chico. La política no ha fomentado ese concepto que Ecuador podría recibir más inversión extranjera. Si alguien pregunta, no hay contestación.

Usted ha dicho que no terminó su bachillerato debido a que la necesidad lo obligó a trabajar. En el mundo de hoy, ¿qué tan importante es terminar estudios superiores para tener éxito en un emprendimiento?
Mi vida no fue la regla. La regla es que un joven tiene que ir a la universidad y terminar su aprendizaje. El caso mío fue porque venía de la guerra en Alemania (sus abuelos eran alemanes) y tenía que trabajar porque la familia así lo necesitaba...

Usted ha estado al frente del gremio de industriales del país. Este sector representó el 13,3% del PIB en 2014, lo que se ha mantenido durante los últimos 26 años. ¿Qué le hace falta a la industria nacional para crecer?
La inversión. Ecuador en este momento tiene personas capacitadas, pero lo que no existe es inversión. Me atrevo a decir que un manejo necesario sería una ley con la que se debería subsanar eso, urgentemente.

Publicidad

El ritmo de crecimiento del PIB industrial (sin incluir la refinación de petróleo) se reduce. En el primer trimestre de 2013 y 2014 tuvo una tasa de crecimiento de 4,8% y 5,7%, mientras que en este año fue de 1,61%. ¿Qué sectores de la industria se han visto afectados?
En general perjudica a todos. En el caso nuestro tuvimos que acudir a un crédito que nos dio el fabricante de la maquinaria que importamos de China el año pasado (para fabricar balanceados).

Usted profesa la religión católica. La doctrina social de la Iglesia plantea que la economía social de mercado que ponga a la persona como el centro es el medio más óptimo para el desarrollo. ¿Cómo ve usted estos principios?
Es que el empresario necesariamente tiene que invertir en cosas primitivas como es el stock inicial de su mercadería, en caso de que no lo produzca, y eso es una necesidad enorme. Tener una inyección de voluntad de invertir. Sin la inversión extranjera casi no pueden existir la mano de obra, el puesto de trabajo, el desarrollo.

Publicidad

Incluso la doctrina social de la Iglesia plantea que el empleador cristiano debe velar por las condiciones laborales y el nivel de salarios. Pero en el país casi la mitad de los que son parte del mercado laboral tienen un empleo inadecuado con un ingreso promedio de $ 186 al mes. ¿Qué responsabilidad tendrían los empresarios?
Que respeten los planteamientos financieros que eso demanda. Aquí en Ecuador existe el salario mínimo y el salario máximo en la legislación. Últimamente se ha hecho difícil al empresario pagar esos valores que dicta el Gobierno. Lo hace dictatorialmente, de que se pague tal valor; ¿y si la empresa no produce?

¿Qué ha aprendido el sector empresarial en estas décadas de cambios sociales en los que el costo de la mano de obra ha adquirido más valor?
Tratar de vender más, usar mejor la mano de obra. Es una situación difícil cuando una empresa no tiene la suficiente capacidad de producir entradas que permitan pagarle lo que necesita el trabajador o lo que está dictado por ley...

Usted estuvo al frente de la Junta. Desde su experiencia, ¿cómo ve el manejo del acceso a la salud en la ciudad más poblada del país?
Imagino que el Gobierno conoce las cifras. (El problema) es que no hay profesionales necesarios para cubrir la demanda. Ese es el problema especialmente de los hospitales públicos... (I)