Llega diciembre y surge la alerta en las unidades de quemados de los hospitales. Los equipos médicos de esas áreas se preparan para atender a los posibles pacientes que lleguen por quemaduras causadas por la manipulación de artefactos pirotécnicos durante las celebraciones de Navidad y fin de año.

Directivos de casas de salud, médicos, policías y bomberos hacen llamados enfáticos para que los padres tomen previsiones en el cuidado especial de los niños; lo más importante: no dejar material pirotécnico al alcance de ellos.

En el hospital Luis Vernaza, durante diciembre, se suelen incrementar los casos de quemados en el 10%, según Fernando Quintana, jefe de la unidad en mención, y agrega que se registran entre 200 y 220 pacientes con quemaduras de fuego y electricidad, especialmente.

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Quintana sostiene que disponen de equipos médicos capaces de atender a siete personas por grupo, en caso de incendios de grandes magnitudes.

En el hospital de niños Francisco de Ycaza Bustamante se alista una unidad de quemados nueva y ampliada. Desde hace un año cuentan con ocho cunas y cinco camas; antes solo tenían disponibilidad para ocho niños en una sala.

Jaime Romero, responsable del servicio de cirugía plástica y quemaduras, comparte la cifra y sostiene que cada mes reciben en promedio de seis a siete pacientes, la mayoría por quemaduras producidas por líquidos calientes.

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Agrega que entre el 25 de diciembre y 1 de enero llegan más lesionados por manipulación de pirotecnia, como petardos, camaretas y otros artículos.

Quintana y Romero insisten en que la prevención es indispensable. Exhortan a padres y demás familiares de niños que no compren productos explosivos que podrían causar la amputación de un dedo, mano, laceraciones en la cara y hasta la pérdida de la visión.

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El gasto público también disminuye, concuerdan, ya que un tratamiento puede costar entre $ 1.000 y $ 2.000 diarios, depende de la gravedad de la quemadura (por grado, porcentaje y profundidad), la estancia hospitalaria, que podría ser de tres a seis semanas, y las curaciones, medicinas para evitar infecciones e injertos de piel.

Según el artículo 361 del Código Orgánico Integral Penal, la persona que fabrique y comercialice explosivos sin autorización comete un delito y será sancionada con prisión de tres a cinco años.

En el artículo 396 se califica la elaboración y venta de pirotecnia como una contravención y se la castiga con 15 a 30 días de cárcel.

Con base en esta legislación, la Policía y los Bomberos alistan campañas de control y prevención, que las darán a conocer a inicios de diciembre. (I)

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Apuntes
En hospital

En el Luis Vernaza
Este centro tiene un banco de tejidos en el que almacenan piel de cadáveres que extraen y preservan. En la unidad de quemados hay 21 camas, un quirófano y 2 salas de curación.