Los simpatizantes del grupo yihadista Estado Islámico, que usan las redes sociales para difundir publicidad y reclutar combatientes, están recibiendo una fuerte respuesta mediante ataques de activistas informáticos que han estado divulgando algunos sitios "offline" e infiltrándose en otros.

Miembros del colectivo de piratas informáticos Anonymous se adjudicaron esta semana la desactivación de miles de cuentas en Twitter vinculadas a Estado Islámico, en el más reciente hecho relacionado con una campaña online que busca vengar los atentados de París.

Sin embargo, otros grupos afirman que han estado haciendo esto desde hace algún tiempo. Uno de ellos, que entrega información al Gobierno de Estados Unidos, asegura haber suprimido miles de cuentas de Twitter desde enero y sus miembros se han hecho pasar por aspirantes a reclutas de grupos yihadistas para obtener información.

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"Estamos jugando un papel más de inteligencia", dijo el director ejecutivo de Ghost Security Group, que pidió no ser identificado, por motivos de seguridad. El grupo es una organización de voluntarios que ha estado enviando datos al FBI y otras agencias a través del asesor de terrorismo del Congreso estadounidense Michael S. Smith II.

Smith dijo que la infiltración del grupo en algunos sitios había brindado información que puede ser usada en un juicio por el Gobierno estadounidense, y que las denuncias coordinadas a Twitter habían ayudado a eliminar cuentas de partidarios de Estado Islámico en otros lugares.

Las agencias estadounidenses "agradecen el apoyo externo. Tengo una retroalimentación constante sobre esto", dijo Smith.

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El FBI se negó a hacer comentarios.

Los ataques del viernes en París han generado un aumento en la actividad en internet contra los yihadistas, pero los esfuerzos independientes para contrarrestar al grupo en la red siguen estando plagados de peligros.

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La piratería informática civil y los ataques para impedir el uso de los servicios online son ilegales, mientras que esfuerzos más sofisticados, entre ellos hacerse pasar por un recluta de un grupo insurgente, corren el riesgo de complicar los esfuerzos oficiales de Estados Unidos o de los gobiernos aliados.

El retirado general estadounidense Mike Hayden, un ex jefe de la Agencia de Seguridad Nacional y de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, dijo al ser consultado si estos organismos aprecian las actividades de organizaciones como Ghost Security Group: "Oficialmente, no. Pero el derecho y la política de Estados Unidos están muy limitados. Estoy seguro de que la gente actualmente en el Gobierno se alegra en secreto, igual que yo". (I)