El grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla regiones de Siria e Irak y tiene miembros en otros países, se financia con la venta de petróleo (supuestamente de contrabando), con la extorsión, con los secuestros y con la venta de antigüedades robadas, según informaciones periodísticas.

Según el presidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas de Rusia, Dmitri Abzálov, una parte considerable del crudo del EI, más del 50%, hasta hace poco terminaba en manos de compañías estadounidenses.

En cambio, otros señalan que el propio presidente sirio, Bashar al Assad, vendería y compraría este crudo, aunque él no ha confirmado estos señalamientos.

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“Estados miembros de la Unión Europea compran desgraciadamente ese petróleo”. Así dijo en septiembre de 2014 la embajadora de la Unión Europea en Bagdad, Jana Hybaskova. Aunque en ese entonces no dio nombres. (I)