El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer redoblar esfuerzos para eliminar al Estado Islámico (EI) en Siria y evitar más atentados como el ocurrido en París, mientras que los líderes europeos instaron a Rusia a concentrar sus esfuerzos militares contra los extremistas.

En la cumbre (de asuntos económicos) de Turquía de líderes del grupo de las 20 mayores economías (G-20), Obama dijo que la masacre en París reivindicada por el EI es un ataque para el mundo civilizado.

La cumbre de dos días, que termina hoy, reunió a Obama y a otros jefes de Estado en una ciudad turca a unos 500 km de Siria, donde un conflicto de más de cuatro años ha transformado al EI en una amenaza global de seguridad y provocó la mayor migración hacia Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

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Preocupados por “la circulación creciente de terroristas extranjeros y la amenaza” que estos suponen para los estados de “origen, tránsito y destino”, los dirigentes prometieron incrementar su “cooperación” y tomar “medidas significativas”, según un primer borrador.

Así acordaron “compartir información operacional”, una “gestión de fronteras para detectar los desplazamientos”, una “adecuada respuesta judicial” y un refuerzo de la seguridad aérea internacional. (I)