Una fiesta nocturna en una peligrosa cárcel boliviana visitada en julio por el papa Francisco y organizada aparentemente por un exjefe policial con posibles nexos con el narcotráfico, motivó la apertura de una investigación y la destitución de su director, informó ayer una alta jerarquía oficial.

El comandante nacional de la Policía, general Édgar Téllez, ordenó “que se investigue al personal de seguridad penitenciaria” de Palmasola y comunicó la destitución del director de la cárcel, Johnny Rojas.

Se trata de “identificar y sancionar a los agentes que resultaren implicados en la fiesta (de cumpleaños) del excomandante de la Policía, Óscar Nina, recluido por delitos de narcotráfico y enriquecimiento ilícito”, explicó Téllez.

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El festejo, a fines de octubre, incluyó un show musical y fuegos artificiales, según testigos.

El fiscal a cargo, Pablo Guzmán, dijo contar con “informes que cuando (Nina) era jefe policial festejaba su cumpleaños a lo grande, incluso una vez trajo un conjunto (musical) de México”.

Nina, que a través de su abogado negó haber organizado el festejo, está detenido desde marzo pasado por vínculos con el narco, que llegarían incluso a nexos con la organización del mexicano Joaquín Chapo Guzmán, hoy prófugo tras escapar por segunda vez.

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El exjefe policial boliviano acumuló una fortuna de $ 3.000 millones cuando su salario mensual no llegaba a $ 1.500, según las investigaciones. (I)