A una semana de que el cabo segundo de Policía Luis Barros Panchi recibiera un disparo en la cabeza, al tratar de impedir un asalto al estilo sacapintas en el norte de la capital, aún permanece asilado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital de la Policía, en Quito.

Según María Barros, hermana del gendarme herido, los últimos dos días su familiar ha sufrido intensos dolores de cabeza y por ello ha recibido medicación fuerte que lo mantiene somnoliento. Aunque califica de estable la salud de su hermano, ella cree que los dolores son debido a la bala que aún está alojada en su humanidad.

Fernando Erazo, coordinador de la Unidad de Terapia Intensiva, indicó que al tratar de retirar la bala podría causar problemas mayores. Las dificultades para mover el costado izquierdo del cuerpo de Barros, dijo, aún persisten.

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La prioridad de los galenos del hospital policial, dijo María Barros, es estabilizar por completo la condición médica de su hermano y mientras no suceda eso, él permanecerá en cuidados intensivos.

A pesar de que no se conocen las necesidades médicas futuras del uniformado, funcionarios del Ministerio del Interior habrían ofrecido a la familia llevar a Barros a un hospital del extranjero. En caso de que sea necesario, la institución se haría cargo de todos los gastos.

Durante el tiroteo con los supuestos delincuentes, Barros hirió a uno en una pierna, por lo que fue detenido. (I)

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Años de servicio en la Policía lleva el cabo segundo Luis Barros Panchi. Es casado y tiene un hijo de 11 años, otro de 6 y uno de 2