Jorge Kalil dejó el pasado 30 de octubre la presidencia de la Comisión Interventora de la Universidad de Guayaquil, luego de que el Consejo de Educación Superior (CES) aplazara el rol del organismo hasta agosto de 2016. Dejó la Comisión llamada a acompañar la transformación de la universidad más grande del país con alrededor de 64.000 estudiantes; en días en que tomaron más fuerza las voces que exigen el fin de la intervención y que se llame a elecciones de autoridades. Kalil destaca la titularización docente, mejoramiento de infraestructura y demás aspectos.

¿Cómo evalúa sus dos años de labores en la Comisión?
Muchos resultados están a la vista tanto en infraestructura, equipamiento, avance tecnológico, normativa, en la parte académica, hay un avance enorme. Se ha podido construir mucho, pero falta todavía mucho más.

Lo inicial fue devolver dinero a los alumnos...
En dos años hemos devuelto casi 24.000 solicitudes, una cifra enorme mirando los volúmenes de la universidad, unos $ 8 millones (...). Cada facultad era un feudo y cada carrera tenía sus formas extravagantes, por no decirlo de otra forma, de cobrar de manera injusta e injustificada...

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¿Su gestión que ha hecho frente a esas irregularidades?
Denuncias en la Fiscalía; se tiene que determinar a los responsables de haber cobrado esos valores y de haber violado una norma constitucional (gratuidad de la educación).

¿Decanos han sido llamados a declarar?
Estoy seguro de que sí...

¿Aquí no han abierto algún sumario administrativo?
Ayer (el jueves 29) el Consejo Universitario aprobó el reglamento de sanciones (...), que abarcaría a docentes y a estudiantes, porque un administrativo dirá ‘a mí me dieron la orden de cobrar’, pero pudo haber venido la orden superior...

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Esta reciente descarga de gases refleja vulnerabilidad...
Poco a poco hay más controles, la parte administrativa va mejorando. Antes la U. era afincada en muros, oscura, ahora es más clara, no había seguridad privada, ahora ya hay (...). El ECU-911 está por instalar cámaras en estos días.

El ambiente es tenso en la universidad, confrontación, hay profesores que están en contra de la intervención...
¿Dónde está la tensión? De manera normal puede venir a la universidad y aquí esto es calma; de que hay gente que se resiste, sí (...). Hay grupos que se resisten al cambio, al progreso, y son los mismos que se han opuesto a las mejoras.

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¿Cómo se siente al dejarla así en este ambiente?
Lo del día miércoles (descarga de gases) responde a dos o tres personas que están identificadas y ojalá que la Policía llegue al corazón de los artífices de ese hecho que pudo terminar en desgracia (...). Aquí necesitamos mucha drasticidad, yo no creo que nos vamos de una universidad convulsionada. Si hay estas situaciones, es porque se están haciendo cambios, no somos perfectos, pueden tomarse mejores decisiones, pero hacemos cambios para bien.

¿Cómo deja el proceso de titularización de docentes?
Muy avanzado, la verdad. No había concursos o eran para muy pocas personas y aparentemente con algunos vicios de secretismo (...). Nosotros lo hemos hecho público. Esperamos que a fin de año se cubran 600 plazas.

¿Es insuficiente aún el tiempo para la intervención?
(...) La gente tiene que considerar muy seriamente que esta universidad va a quedar muy bien: en infraestructura, planta docente, va a ser muy competitiva; lo que hemos querido es convertirla en la mejor universidad del país...

¿Cuánto tiempo tomará?
Es un proceso de años, porque no de la noche a la mañana tienes patente, ni líneas de investigación desarrolladas ni redes internacionales de investigación científica...

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¿Cuál es su postura frente al pedido de elecciones?
Una vez que vengan los estatutos se tendrá que implementar al régimen de transición, consejo electoral, reglamento de elecciones...

No hay buen ambiente para hacer las elecciones si la U. sigue en categoría D...
Se están haciendo esfuerzos para que la universidad se recategorice, para que se evalúe este semestre de noviembre a marzo y que se acredite y recategorice, se está coordinando con el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior. (I)

Ese nivel de desidia (...), donde los ambientes de aprendizaje eran nefastos, donde no había ciencia ni política de apoyo a la investigación, son cosas que se empezaron a construir desde el día en que llegamos”.Jorge Kalil, Expresidente de Comisión Interventora