El diario movimiento del centro comercial Plaza Triángulo, en Urdesa central, cesó temporalmente con la clausura impuesta por el Municipio de Guayaquil, lo cual tomó por sorpresa a los ocupantes y a las personas que regularmente lo frecuentaban.

Con 28 años de operación, el pasado martes amaneció cerrado porque la Dirección de Justicia y Vigilancia municipal así lo decidió, debido a que el establecimiento sufrió un nuevo desprendimiento de la estructura de cemento que bordea la parte del techo del edificio.

Clientes, dueños de locales y empleados lamentaron lo ocurrido, porque además de la multa de 4.956 dólares que tendrá que pagar la administración del centro comercial, este entrará en un proceso de reparación que lo mantendrá cerrado por algún tiempo.

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Esta situación pone en riesgo las ventas que se esperaban realizar en noviembre y en las fiestas de fin de año, señaló una de las propietarias, quien, al igual que otros dueños de locales, se apresuró el jueves pasado a sacar la mercadería que tenía en exhibición.

Plaza Triángulo tradicionalmente es visitado por personas que van a comer, comprar ropa y artículos personales, a las oficinas, laboratorios, spa, florería, gabinete, venta de discos, entre otros locales que ahí funcionaban.

Una de las clientes era Diana Mendoza, quien acudía a un spa a realizarse un tratamiento corporal. “No sabía lo que estaba pasando con el centro comercial. Llego y está cerrado. Ahora no sé cómo voy a seguir con el tratamiento”, dijo preocupada. Roberto Santos, un maestro de secundaria, expresó que siempre frecuenta la cafetería que está ubicada en el centro comercial y que ahora le preocupa que esta deje de funcionar si es que se cierra toda el área del edificio para empezar con las reparaciones.

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Del total de locales, doce están incautados por la AGD, dijo Gladys Cárdenas, dueña de una florería. Ella se quejó de que los daños en el edificio son el resultado de la falta de mantenimiento causado por el impago de las alícuotas de algunos de los ocupantes. Añadió que el edificio tiene buenos cimientos, pero hay partes de la construcción que urge que sean arregladas. (I)