Antonio Gagliardo salió el lunes pasado de la Corte Constitucional (CC) mediante un sorteo público. Cuenta que esto le tomó por “sorpresa”; no obstante, resalta su labor, y asegura que tramitó decenas de casos de interés ciudadano. Evita pronunciarse sobre la decisión de su excolega, Patricio Pazmiño, de mantenerse, al mismo tiempo, como juez de la CC y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

¿Cómo evalúa el trabajo que hizo en la Corte Constitucional estos tres primeros años?
He dado lo mejor de mí, a tiempo completo fui creo el juez que más casos fueron resueltos como ponente en el pleno. Me voy con la satisfacción del deber cumplido. Me voy tranquilo, con mi conciencia tranquila.

Se cuestionaba a la Corte que había casos relacionados con el Ejecutivo que eran los que más rápido se tramitaban.
Yo no hacía el orden del día. Yo no he sido ponente de esos casos, yo respondo por lo que he hecho como juez ponente y los que fueron al pleno. Siempre en el orden del día había temas de derechos humanos, sino que quizá en la Corte faltó hacer más publicidad, o a los medios no les interesó.

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¿Cree que hace falta reformas internas para evitar el represamiento?
La Corte no es como una comisaría que uno va, presenta una demanda y la resuelven en ese momento, aquí muchos casos emblemáticos demoraron muchos meses. Debíamos ser muy celosos de que se respeten los derechos humanos, los precedentes constitucionales y más que todo, cuando no había precedentes crear uno que sirva para el futuro; entonces cuando uno hace precedentes en un organismo que es el de cierre definitivo en materia constitucional no puede equivocarse.

¿Cómo ve que Patricio Pazmiño piensa en mantenerse como juez constitucional y de la Corte IDH, al mismo tiempo?
Es una decisión personal de él. Lo que haya decidido es muy personal, de su incumbencia. Yo no estoy en posición de criticarlo, alabarlo, ratificarlo o apoyarlo; no quiero interferir.

¿A qué se dedicará en adelante?
Como todo fue tan abrupto, en realidad tenía la esperanza de no quedar sorteado, pero así fue y hay que respetarlo. Estoy planificando dedicarme al libre ejercicio profesional. Nadie me ha ofrecido ningún cargo público, ni tengo ninguna expectativa. Soy un abogado profesional y he pensado abrir mi propio estudio jurídico. Tengo que velar por mi futuro y el de mi familia. (I)