La Unión Europea (UE) y varios líderes de los países de los Balcanes celebraban este domingo en Bruselas una minicumbre de emergencia sobre la crisis migratoria, con el objetivo de enfrentarla "colectivamente", en un clima de tensiones que amenaza la unidad europea.

Los participantes intentan consensuar políticas al respecto mientras se multiplican las divisiones y las amenazas de diversos países.

A esta reunión convocada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que comenzó hacía las 15:00 GMT, asisten los jefes de Estado o de gobierno de 10 países miembros de la UE (Austria, Bulgaria, Croacia, Alemania, Grecia, Hungría, Rumania, Holanda, Eslovenia y Suecia), además de Macedonia, Albania y Serbia, que no forman parte del bloque.

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Sin embargo, algunos países de la UE, como Francia e Italia, no acudieron al encuentro.

El presidente de la Comisión europea, Donald Tusk -quien evocara "acontecimientos brutales y dramáticos en nuestras fronteras"-, el Alto Comisionados de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la agencia europea de vigilancia de fronteras (Frontex) también participan en la reunión.

El objetivo de la Comisión es responder a la "necesidad de mayor cooperación, de consultas más en profundidad y de acciones operativas inmediatas" en los Balcanes occidentales, por donde transitan cientos de miles de migrantes camino del norte de la UE.

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El canciller austriaco, Werner Faymann, consideró que la minicumbre es una ocasión para "consolidar la Europa unida o asistir a la lenta descomposición de la UE", en una entrevista publicada este domingo.

Cierre de fronteras

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La víspera de esta reunión, Bulgaria, Rumanía y Serbia dijeron que no van a permitir que se acumulen en su territorio decenas de miles de migrantes llegados al continente.

"Nuestros tres países están dispuestos, si Alemania, Austria y otros Estados cierran sus fronteras, a cerrar las nuestras en el mismo momento", declaró el jefe del Gobierno búlgaro, Boiko Borisov, tras una reunión a tres bandas en Sofía.

En los últimos meses, Serbia se ha convertido en territorio de paso para decenas de miles de migrantes que, desde las costas turcas, llegan a Grecia y desde allí suben hacia Europa central o del norte. Bulgaria y Rumania por su lado se han visto mucho menos afectadas por el flujo migratorio.

La UE "comenzará a desmoronarse" si no emprende acciones concretas para efrentar la crisis migratoria durante las próximas semanas, advirtió antes de la reunión el primer ministro esloveno, Miro Cerar.

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"Si no tomamos algunas medidas inmediatas y concretas sobre el terreno en los próximos días y semanas, la UE y toda Europa en su conjunto comenzarán a caerse en pedazos", declaró Cerar, a cuyo pequeño país han llegado unos 60.000 migrantes en cuestión pocos días.

"¿Estamos en Croacia? ¿Cuántos km hay que recorrer en Eslovenia?", pregunta una joven estudiante siria, Isra, que acababa de llegar al poblado croata de Kljuc Brdovecki, cerca de la frontera con Eslovenia. "Queremos ir a Alemania o Suecia", añade. El sábado, unos 11.500 migrantes llegaron a Croacia.

Propuestas

En una entrevista publicada este domingo por el diario alemán Bild, Juncker urgió a los países de los Balcanes a romper con la "política de dejar pasar" a migrantes a estados vecinos sin coordinación alguna.

"La Comisión espera que cada uno cumpla con las reglas del juego, si no queremos poner en cuestión Schengen", la zona de libre circulación de personas, declaró Juncker al Bild.

"Cada día cuenta. De lo contrario, dentro de poco veremos familias muriendo de forma miserable en ríos fríos de los Balcanes", añadió Juncker, urgiendo a una coordinación rápida.

Juncker ha ya presentado por adelantado a los participantes una lista de 16 propuestas. Entre éstas figura la de "abstenerse de facilitar los movimientos de refugiados o migrantes a la frontera de otro país de la región sin el acuerdo de dicho país".

"Los vecinos deben trabajar juntos y no el uno contra el otro", afirma el documento en el preámbulo.

Refugiados

Después de que Hungría cerrara sucesivamente sus fronteras con Serbia y Croacia, Eslovenia, uno de los países más pequeños de la UE, se ha convertido en una importante zona de tránsito.

El país, desbordado por la llegada de casi 62.000 personas en una semana, ha amenazado con erigir también barreras fronterizas, como ya ha hecho Hungría, si la UE no le da apoyo suficiente.

En respuesta, la Comisión propone enviar rápidamente a 400 agentes de aduanas europeos a modo de refuerzo, de acuerdo con el proyecto de acuerdo de este domingo.

En lo que va de año han llegado a Europa unos 670.000 migrantes, en su mayoría huyendo de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán, en lo que supone la mayor crisis migratoria en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

Este domingo, el naufragio de un barco de migrantes causó al menos tres muertos cerca de la isla griega de Lesbos, y unos 15 estaban desaparecidos.

Y en las playas libias, punto de salida hacia Italia, las autoridades encontraron los cuerpos de 43 migrantes entre sábado y domingo, tras el naufragio de una embarcación. (I)