Cuatro estacas de madera fresca han sido colocadas recientemente para completar el cerramiento de alambrado de púas que rodea la propiedad en la que hay plátano, arroz y una casa en el fondo, en el recinto La Lucrecia, en Salitre.

La parte cercada, de unos tres metros, era hasta hace un mes un boquete por el que podía pasar un carro. Servía también como atajo para agricultores que caminaban a arrozales sembrados en terrenos del interior.

Manuel Coello cuenta que decidió cerrarlo por su seguridad, días después del 11 de septiembre. La mañana de ese viernes, Ernesto Vásquez, un agricultor de 46 años que vivía a menos de un kilómetro de allí, fue hallado sin vida entre los arrozales. Estaba con los bolsillos hacia afuera y un palo incrustado en el cuello.

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Un día antes del hallazgo, Vásquez había salido a vender 28 quintales de arroz, según consta en el proceso. El dinero no apareció junto al cadáver. Hay un detenido y cinco personas vinculadas.

Coello no sale del asombro por la saña con la que murió Vásquez, a quien permitía pasar su auto por el boquete.

Otros agricultores de las fincas que están en la jurisdicción de la parroquia Victoria del Monte están conmovidos y preocupados. Zoila Muñoz vive a un kilómetro donde moraba la víctima. Tuvo que poner una reja corrediza en una puerta del balcón de su casa. “Desde que murió el señor (Vásquez) mandé a hacer estas rejas”, cuenta.

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Sostiene que por esos días estaban en zozobra porque su esposo también había vendido arroz y percibían que gente extraña merodeaba.

En el sector hay quienes hablan de que han aparecido perros muertos y ello se asocia a intentos de robo. Juana Rodríguez, residente del sector, indica que a su primo le mataron a uno de sus canes guardianes.

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Por estos días de cosecha se toma más precaución. Bolívar Coello, agricultor, señala que ya no anda “con dinero encima”, que cuando vende arroz va a una cooperativa de ahorros.

El presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios La Paz, Enrique Mora, señala que se sienten inseguros porque no tienen cómo defenderse. “No podemos tener armamento y el delincuente anda más armado”, afirma.

Robinson Barcos, teniente político de Victoria del Monte, dice que ha solicitado rondas a la Policía. Él cree que situaciones violentas como la ocurrida en La Lucrecia han bajado.

La Policía estima que ese es un hecho aislado. Aníbal Asitimbaña, subteniente del destacamento de Salitre, alega que el asesinato del agricultor es el único registrado este año. Indica que en el cantón hay unos tres robos al mes, el mayor problema, asegura, tiene relación con la violencia intrafamiliar.

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Los agricultores y la familia de Vásquez dicen que estarán tranquilos cuando se aclare el reciente asesinato.

Justicia
Emma Alvarado, madre del agricultor asesinado, espera que la justicia encuentre a los responsables. En el proceso, que sigue en instrucción fiscal, se vinculó a cinco personas. (I)