Un informe realizado por el Observatorio Social del Ecuador (OSE) en 2015 reveló que uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes ha recibido un trato violento por parte de sus profesores, lo que dejaría al descubierto la existencia de maltrato en las escuelas del país.

Durante un taller organizado ayer por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), la directora del OSE, Margarita Velasco, y el delegado adjunto de la Unicef, Jorge Vallés, hicieron un llamado a la ciudadanía y a los maestros para prevenir la violencia en las escuelas y que elijan el diálogo para resolver los conflictos.

Velasco manifestó que el estudio demostró que más de uno de cada cuatro niños afirmó haber sido maltratado por no cumplir con las tareas o por cometer alguna falta.

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Informó, además, que en las escuelas, a nivel nacional, el 7% de los niños fue golpeado por su maestro, frente al 11% registrado en 2010.

Velasco manifestó que en ese año el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) realizó una encuesta para averiguar qué sucedía con el trato de los profesores hacia los niños. La cifra fue alarmante: se descubrió que el 45% de maestros maltrataba a los estudiantes.

Sin embargo, el porcentaje de maestros violentos bajó, según el reciente estudio, el cual reveló que el 7% de docentes golpea a los niños como una forma de educar. “Actualmente hay un gran avance en la toma de conciencia de los docentes respecto de lo que debe de ser la educación de niñas y niños”, sostuvo Margarita Velasco.

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Las cifras revelaron que los niños menores de 12 años sufren más maltrato físico: uno de cada diez menores de 5 a 11 años es golpeado en las escuelas, lo que representa el 10% del alumnado; y solo a partir de los 12 años la situación disminuye alporcentaje del 2%.

Velasco indicó que los niños afro e indígenas son los que sufren más agresiones, pero destacó que el porcentaje de maestros de la población indígena agresivos ha bajado del 23% al 13% en el periodo 2010-2013.

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Jorge Vallés manifestó que la violencia en los planteles afecta el rendimiento académico y puede provocar la deserción escolar y llegar hasta situaciones extremas como el suicidio.

Añadió que el acoso escolar, como obligarlo a vender estupefacientes dentro y fuera de las aulas, también es una forma de violencia en un centro educativo. (I)

7
de 10 niños

han sido testigos de burlas e insultos hacia sus compañeros de clases, según estudio del OSE.