El primer debate entre los aspirantes del partido Demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, que fortaleció el favoritismo de Hillary Clinton, dejó prácticamente en el vacío a un potencial precandidato de peso: el vicepresidente Joe Biden.

Clinton, que domina todos los sondeos, mostró suficiente dominio del debate como para demostrar a los demócratas que el partido no precisa de la intervención del carismático Biden para una fórmula vencedora en las próximas elecciones.

Para David Axelrod, estratega de las campañas presidenciales del presidente Barack Obama en 2008 y 2012, el desempeño de Clinton en el debate del martes “reduce la lógica de una candidatura de Biden”.

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Biden mantiene desde hace meses el suspenso con relación al lanzamiento o no de su candidatura, y sondeos ya realizados indican que en caso de que suba al ring lo hará con un nivel inicial de apoyo del 20%, un peso político considerable.

CNN flexibilizó las reglas de participación de forma de dejar una puerta entreabierta a Biden por si lanzaba su candidatura a último minuto.

El debate tuvo 15,3 millones de espectadores.

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Hillary también habría anulado la amenaza de Bernie Sanders, un senador de Vermont de 74 años autodenominado demócrata socialista. (I)