Ochenta y ocho cooperativas intercantonales e interprovinciales comenzaron a usar las cuatro rampas reforzadas de la terminal terrestre de Guayaquil, que no habían recibido un mantenimiento integral desde hace 30 años.

El alcalde Jaime Nebot inauguró la obra y recorrió los 309 metros de una de las rampas superiores por donde salen 61 cooperativas interprovinciales. El otro nivel, usado por 27 empresas, tiene 189 metros.

Con los trabajos de reforzamiento, que estuvieron a cargo del consorcio Terminal Terrestre Mediar y costaron $ 3,5 millones, la vida útil de las rampas de subida y bajada será de al menos 30 años más.

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La obra comenzó a ejecutarse en agosto pasado y durante este tiempo se corrigió el deterioro de la carpeta asfáltica, las fisuras en las columnas, el despostillaje de las barandas metálicas, entre otros. Los buses ocuparon espacios provisionales en la parte baja.

Jorge Arce, superintendente de obra del consorcio Terminal Terrestre Mediar, explicó que con el reforzamiento, las rampas podrán soportar un mayor número de buses. Por esa infraestructura circulan 3.000 unidades al día.

Los conductores empezaron a sentir los beneficios. Aquiles Alvarado, chofer de la cooperativa Santa Lucía, señaló que con la reparación de los niveles desaparecieron los baches y eso permite que mejore la circulación. “Ahora se puede pasar normal”, dijo.

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En cambio, Wilson Jácome, de la cooperativa Ejecutivo Express que cubre la ruta Milagro-Guayaquil, percibió que el nivel de vibración ha bajado.

Eduardo Salgado, gerente de la terminal terrestre, señaló que las vibraciones se reducen en un 50%.

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Durante el acto, Salgado ratificó que en enero próximo estará la nueva terminal de la vía a Daule y anticipó que continúan los planes para una terminal en la vía a la costa. (I)