El ejército israelí abatió ayer a un joven palestino en Cisjordania y un árabe israelí apuñaló a cuatro judíos, luego de un bombardeo israelí que mató a una mujer embarazada y a su hija en la Franja de Gaza, en una interminable espiral de violencia.

El adolescente palestino murió durante enfrentamientos en un puesto de control del norte de Cisjordania, cerca de Ramala, y otras 20 personas resultaron heridas por disparos de balas de goma durante los incidentes, según las autoridades.

Pocas horas después, un árabe israelí de 20 años apuñaló a cuatro judíos tras lanzar sobre ellos su vehículo en el kibutz de Gan Shmuel (norte), dijo la policía.

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En tanto, la muerte de la mujer embarazada, Nur Hasan, de 30 años, y de su hija Rahaf, de 2, fue el resultado de un bombardeo perpetrado, a primera hora de ayer en la Franja de Gaza, por la aviación israelí, en represalia por el lanzamiento de dos cohetes desde el enclave palestino gobernado por Hamas.

El ejército dijo que el objetivo de los bombardeos aéreos eran “dos instalaciones de fabricación de armas” de Hamas, movimiento islamista que no tardó en lanzar una advertencia a Israel, con el que libró tres guerras en los últimos seis años.

“Advertimos a la ocupación (israelí) en contra de continuar con esta locura”, señaló Sami Abu Zuhri, portavoz del grupo. “Esto demuestra el deseo de la ocupación de una escalada”, agregó. (I)