Alemania no tendrá que subir sus impuestos para ayudar a financiar los cientos de miles de refugiados y otros migrantes que han estado ingresando al país, dijo la canciller Angela Merkel en una entrevista publicada el domingo, aunque el gobierno sí deberá implementar nuevas regulaciones para afrontar la ola de migrantes.

Alemania prevé el arribo por lo menos 800.000 migrantes este año, pero Merkel dijo al principal periódico Bild que "definitivamente" no habría un aumento en los impuestos para recibirlos. El domingo salió un adelanto de la entrevista que será publicada el lunes.

"Podemos estar satisfechos de haber estado bien dirigidos durante años y de que nuestra situación económica actual es buena", indicó.

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Merkel, cuya popularidad se ha reducido ligeramente a causa de las precauciones por el aumento drástico de quienes buscan asilo, también intentó aliviar temores de que los números podrían saturar el sistema de atención médica del país.

Nadie deberá "preocuparse de que un refugiado le reste a su propia calidad en la atención".

En una entrevista independiente, el nuevo coordinador del gobierno para refugiados y otros migrantes informó que el país puede afrontar la ola de personas que llega a su territorio, pero debe racionalizar su sistema para poder atenderles.

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Peter Altmaier, quien antes de ser nombrado responsable de la crisis migratoria era el jefe de gabinete de la canciller Merkel, dijo el domingo al diario Bild que Alemania "no dará la espalda" a nadie que lo necesite y que debe reducir su burocracia y acelerar el proceso de asilo. El país necesita además devolver rápidamente a sus países de origen a aquellos que realmente no necesitan asilo, agregó.

Alemania ha dicho que los refugiados que huyen de la guerra civil siria y otros conflictos casi tienen garantizado el asilo, pero quienes buscan mejorar su situación económica, principalmente de los países balcánicos, muy probablemente sean regresados a casa.

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Merkel agregó que además de enfocarse en regresar rápidamente a los migrantes que no tienen permiso para quedarse, las nuevas regulaciones también buscarán atender otros problemas como el hecho de que Alemania ofrece a quienes buscan asilo más dinero para sus gastos que la mayoría en la Unión Europea, un "elemento disuasorio" para que busquen asilo en otro lugar. En lugar de eso, comentó, Alemania podría enfocarse en ofrecerle a quienes llegan beneficios "en especie" y no monetarios.

Por su parte, el gobernador de Baviera, Horst Seehofer, quien encabeza el partido Unión Social Cristiana de Baviera en el bloque conservador de Merkel, defendió sus críticas a la política migratoria de la canciller diciendo al diario Die Welt que "no tiene nada que ver con racismo y xenofobia".

Bavaria ha sido la puerta de entrada para la mayoría de la gente que busca asilo en Alemania y Seehofer indicó que "las llegadas actuales nos han desbordado".

"Simplemente es demasiado", agregó. (I)

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