Luego de permanecer atrapado en medio de la selva silvestre de Guayaquil, entre el cerro Bototillo, que colinda con la vía a la costa, y la parte final del sector de Monte Sinaí, ayer Édison, de 48 años, volvió a hacer lo que le gusta: volar en parapente.

Y fue precisamente practicando este deporte de alto riesgo que el pasado viernes terminó aislado entre árboles y maleza y en peligro.

Mientras se preparaba para dar otro salto en parapente, Édison relató que el viernes tuvo que aterrizar en esa área silvestre porque no alcanzó la altura necesaria para seguir a sus compañeros, con quienes tenía la meta de llegar hasta Lomas de Sargentillo, de Guayas.

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Recordó que era mediodía y que tras lanzarse tuvo que aterrizar al poco tiempo. Y el único lugar para hacerlo fue una pampa en medio de la selva.

Al caer, indicó, el parapente se enredó en un árbol; pero salió ileso y se puso a buen recaudo. “Lo primero que hice fue comunicarme con un amigo para darle mis coordenadas, luego con la vela armé una carpa y después marqué territorio”.

Édison manifestó que a las 18:00 desde un helicóptero le lanzaron víveres, pero que prefirió no abrir los paquetes para no atraer con el olor a los animales. “Cuando vi que el sol comenzaba a caer, me desesperaba porque llegaba la noche y por lo general los animales esperan la oscuridad para cazar”.

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Mientras esperaba el rescate, contó, se quedó dormido. Se despertó cuando comenzaron a llamarlo por su nombre. Caminó algunos metros y un grupo de socorristas lo localizó.

“El hecho de que esté con vida y no me haya pasado nada es algo realmente extraordinario”, reconoció Édison, quien aseguró que en los cinco años que lleva practicando deportes de alto riesgo era la primera vez que le ocurría un percance.

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Sin embargo, manifestó que esa mala experiencia no lo hará desistir de seguir haciéndolo.

Raúl Guerra, directivo de la Federación Ecuatoriana de Vuelo Libre, dijo que varios deportistas de Quito, Cuenca y Manabí llegaron a la urbe para practicar deportes en el aire.

Indicó que en los doce años que tiene la federación es la primera vez que se registra un percance con dos deportistas.

El mismo viernes, un joven piloto se fracturó una pierna luego de aterrizar en su ala delta en el techo de una vivienda, en la vía a la costa. (I)

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